El programa Suspertu ha atendido en estos 25 años de andadura a casi 3.000 adolescentes. Respecto al perfil, su director, Garikoitz Mendigutxia, ha explicado que “tres de cada cuatro de las atenciones son a varones”, por lo que ha planteado, al respecto, que “seguramente los chicos son víctimas también de los roles de género”. Asimismo, ha afirmado que “fundamentalmente vienen porque han iniciado algún tipo de consumo -principalmente cannabis-, pero sobre todo porque tienen también conflictos familiares y problemas en el ámbito escolar”. En cuanto a la edad media de inicio en esta intervención, ronda los 17 años, si bien las chicas acceden entre un año o año y medio antes.

Respecto a los motivos de ingreso en el programa, el director ha especificado que “los primeros consumos de drogas siguen siendo el principal motivo de las demandas recibidas en Suspertu -un 60%-. Un tercio de las familias refieren, además, situaciones de conflictividad en el entorno familiar y un 15%, problemas en el ámbito escolar”. Asimismo, ha destacado que “entre un 5% y un 10% de las demandas recibidas en los últimos cinco años tienen que ver con los problemas derivados del uso de las TIC, los juegos de azar y las apuestas deportivas”.

La edad de los progenitores, unos 50 años

Suspertu trabaja en paralelo con las familias porque el objetivo es generar cambios en ellas. Así, en estos años alrededor de 5.000 familiares han recibido formación y asesoramiento, en su mayoría padres y madres de los jóvenes atendidos. El perfil medio responde al de un matrimonio en el que el padre tiene 50 años y la madre 47, con estudios básicos o medios, trabajadores por cuenta ajena y residentes en la Cuenca de Pamplona.

En cuanto a las actividades de prevención desarrolladas en el ámbito escolar a lo largo de toda su andadura, ha señalado que se han impartido desde el año 2010 unas 1.500 horas en alrededor de 100 centros educativos llegando a cerca de 16.000 estudiantes.