La alimentación es un factor muy importante que debemos tener en cuenta si queremos llevar un estilo de vida saludable. Prestamos mucha atención a los alimentos que consumimos y procuramos que sean los más adecuados en el marco de una dieta equilibrada; sin embargo, tan importante como qué comemos es cuándo lo comemos.

Si consideras que no comes tanto como para subir inevitablemente de peso o si, pese a cuidarte, te resulta imposible bajar ni si quiera un gramo, revisa tus rutinas nocturnas y tal vez encuentres algunos hábitos que te puedan estar perjudicando a ti y a tu figura. Algunos de ellos son:

1- Cenar demasiado. Hacer de la cena la comida más importante del día es un grave error. Si cenas mucho, estarás llenando tu cuerpo de calorías que no vas a poder quemar. No tomes grasas que harán que tu digestión sea más lenta; evita el picante que te puede provocar ardor de estómago, y no tomes carbohidratos, cuyos azúcares refinados se convertirán en grasa si no los quemas de inmediato. Mejor opta por grasas saludables como el aguacate, los frutos secos o el huevo.

Una bandeja llena de comida a la hora de la cena. Freepik

2- Cuidado con los postres. El azúcar y la harina blanca que llevan muchos postres se acumulan en las células en forma de grasa por lo que no es recomendable tomarlas de noche si no vas a poder quemarlas. Si quieres darte un capricho, mejor hazlo en el desayuno o en la comida. Por la noche, lo más recomendable es la fruta.

3- Cenar viendo la tele. Si no prestas atención a lo que comes, tu cerebro no es capaz de captar la cantidad que ingieres de forma que acabarás comiendo mucho más de lo que debes.

4- No cenar nada. No ingerir nada tampoco es una solución ya que te puede generar una fuerte ansiedad y, además, en la siguiente comida tendrás un apetito voraz.

5- Tomar alcohol o cafeína. Estas sustancias contienen calorías vacías y pueden provocarte una alteración del sueño de forma que solo conseguirás engordar y que tu ritmo de descanso se vea modificado. Sustitúyelas por un vaso de agua o de leche caliente.

6- No cepillarte los dientes al terminar de cenar. Lavarte los dientes después de cenar (es bueno dejar un tiempo prudencial de unos 20 minutos para no dañar el esmalte) te evitará caer en la tentación de seguir comiendo.

7- No hacer ejercicio. Darte un paseo después de cenar acelerará la velocidad en la que tu cuerpo quema la grasa ya que le ayudará a reactivar la digestión y aumentará el metabolismo. 

8- Usar el móvil o el ordenador. Revisar por la noche el whattsapp o el correo electrónico puede generarte algún que otro estrés. Lo mejor es que aparques estos dispositivos electrónicos y optes por leer o escuchar algo de música que te relaje antes de ir a dormir.

Un hombre sentado en el sofá consulta el móvil con el ordenador encendido. Freepik

9- Irse a la cama nada más cenar. Marcharte a la cama con el último bocado solo hará que acumules más grasas y que no hagas bien la digestión. Procura dejar pasar entre una hora y media y dos horas para evitarlo y si no puedes esperar tanto tiempo, intenta tomar una cena muy ligera.

10- Acostarse tarde. Debes irte a la cama antes de la 1 de la madrugada porque hacerlo más tarde alterará el ciclo normal de tu cuerpo. Además, es probable que si ya ha pasado un tiempo considerable desde que has cenado, vuelvas a tener hambre. Además, si no duermes las horas necesarias tu metabolismo se ralentizará.

Si tras revisar esta lista de malos hábitos te sientes identificado con alguno o algunos de ellos, intenta modificarlos y tal vez puedas empezar a cuidarte de una forma mucho más efectiva.