Podría haber más paralelismos de los que pudiera parecer, por lo que calificar de “cuervo” a una persona debería estar más cerca del halago que de la descalificación.

Un reciente estudio publicado en la revista Nature Communiations afirma que los cuervos (Corvus corax) han podido expandirse y asentarse por todo el mundo gracias a su capacidad de vuelo, a su tamaño y a su inteligencia. A ello se une su alta capacidad de diversificación fruto de su adaptabilidad a nuevos entornos, que ha logrado la aparición de hasta cuarenta especies distintas de esta ave en solo 10 millones de años.

Un cuervo común (Corvus corax) se alimenta en un perque público. Pixabay

Para los investigadores del CREAF Daniel Sol y Joan Garcia-Porta, el primero también investigador del CSIC y el segundo ahora en el Departamento de Genética, Microbiología y Estadística de la Universidad de Barcelona, estas tres características han coincidido de forma acertada en el grupo de los cuervos y les ha permitido llegar a lugares remotos, sobrevivir en ambientes de todo tipo y adaptarse a ellos con éxito.

Los biólogos se plantearon la pregunta inicial de ¿por qué unas aves como los cuervos han podido colonizar todos los rincones de la Tierra mientras que otros grupos animales han quedado reducidos a pequeñas zonas del planeta?

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores han hecho un análisis exhaustivo del tamaño de las alas, volumen y forma del pico, dimensiones del cuerpo y el tamaño del cerebro y han visitado museos de todo el mundo para medir y comparar esqueletos de muchas especies de córvidos (familia de los cuervos que incluye también grajillas, urracas y arrendajos, entre otros).

Un ejemplar de cuervo indio (Corvus splendens), que luce una llamativa capa bicolor. Muhamad Mahdi Karim

Los resultados del estudio demuestran que los cuervos tienen unas alas relativamente más largas que el resto de córvidos y que tienen cuerpos de mayor tamaño, lo que les permite volar grandes distancias y una vez llegan a un sitio nuevo, su tamaño grande les permitía ser competitivamente superiores.

Otro factor clave para la expansión de los cuervos es el tamaño de su cerebro. “La inteligencia en animales se demuestra cuando un individuo es capaz de solucionar retos y sobrepasar las limitaciones o desajustes que se dan cuando se cambia de ambiente. Esto implica tener un tamaño de cerebro mayor, porque se ha demostrado que está relacionado con tener más capacidades cognitivas y mucha flexibilidad de comportamiento, una característica bien conocida de los cuervos”, ha comentado Daniel Sol.

Este hecho muestra que los cuervos podrían tener mayores capacidades cognitivas que el resto de córvidos, “lo que les permite tener la adaptabilidad necesaria para ocupar ambientes tan diferentes como la tundra ártica y los desiertos australianos", según Garcia-Porta.

Quizá se puede decir algo parecido de la especie humana, cuya capacidad para adaptarse a diferentes entornos le ha llevado a ocupar con éxito casi todos los rincones del planeta. Su facilidad para desplazarse grandes distancias, su capacidad para encontrar soluciones a los nuevos entornos y de imponerse a los competidores locales de las zonas colonizadas y a partir de ahí evolucionar, trasformarse hasta convertirse, quizá, en el primate de más éxito biológico.