RONCESVALLES no se libró de los caminos comunes, de la señal analógica (todo se transmitió a través de la señal institucional) a la que obligó el mal tiempo patente en forma de nevada e inclemente para poder vislumbrar en exteriores a las personalidades, y la crisis, incluso el bilingüismo, aparecieron en la comidilla de esta apertura jacobea, reunión de la mitad autonómica del Estado y cónclave de presidentes vecinos y, por lo tanto, de conflictos comunes y caminos más o menos trillados por las mismas suelas. Entre ellos, la captación en Navarra de la ETB que separa más de lo que acerca a Sanz y López fue sutilmente evitado en las conversaciones entre ambos, charlas que tampoco destacaron por frecuentes.

El lehendakari se escudó en que el asunto sigue en estudio en las comisiones negociadoras y que el problema para remediarlo es tan sencillo de enmendar como tantos otros: "Es cuestión de dinero". Pasta gansa, al fin y al cabo. A Sanz y al lehendekari les hizo de mediadora la ministra de Cultura, sentada entre ambos en el estrado de la basílica; y a ambos y al resto les sirvió de cicerone Corpas, versado en la materia y que en el recorrido interno por la iglesia del claustro se explayó en la batalla de Navas de Tolosa ante el sepulcro de Sancho el Fuerte y contó las bondades del ajedrez de Carlo Magno, el relicario que se mostró a los príncipes en su fugaz recorrido por el museo antes de que firmaran en el libro de visitas.

Pese a la premura del tiempo, los príncipes no ahorraron en saludos. Dejaron tan contentos a todos los empadronados en Roncesvalles, que tenían credencial para la Iglesia y el lunch en la galería del hotel, y a los alcaldes de la zona; e incluso el príncipe departió en francés con el alcalde de San Juan de Pie de Port y la Asociación de Amigos de la Vieja Navarra, impulsores de la ruta en Francia. Su esposa Letizia, bien pertrechada contra la inclemente meteorología, se mostró en la cercanía de lo más simpática, con recursos de sobra para la conversación. Letizia, que se estrenaba en Roncesvalles, no usaba esta vez esos tacones letizios a los que ha dado fama, calzaba unos botines con tacón más gordo (mucho más útiles para la nieve), amén de un abrigo beige tres cuartos que ya se le ha visto en más de una ocasión, pashmina gris y un traje pantalón con chaqueta abotonada. La princesa fue ovacionada por un matrimonio de Abaurrea y varias estudiantes gaditanas, alumnas de Derecho en la UPNA, que tampoco escatimaron en elogios hacia su marido. Ambos recordaron que en junio volverán por estas tierras, se celebre el Príncipe de Viana en Leyre o en Pamplona. Se les vio que para ellos es fecha señalada en rojo.

De vuelta al catastrofismo económico, tema tabú pero recurrente en un aperitivo tan comprimido por el espacio como el de ayer, López recordó que Navarra aguantaba el tirón o que, al menos, Volkswagen había movido una buena ficha con la renovación de los contratos de eventuales. Apretando los dientes, Sanz le dijo que nanai, que aquí también se sentía el golpetón y que la bofetada del paro se dejaba sentir de lo lindo. Y el lehendekari no tuvo más remedio que cambiar de tercio y se enfrascó con el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo, en un debate sobre la denominación bilingüe de los municipios, punto en el que ambos pusieron ejemplos de discordancias (los alcaldes de A Coruña y Donostia no utilizan estos vocablos a menudo). Entre tanto, Revilla, el presidente cántabro, aprovechó para hacer proselitismo de su tierra, así que le regaló al príncipe su promocionada pulsera Cantabria Jacobeo 2010.

l Aperitivos. Chupito de consomé al Jerez con yema. Foie gras mi-cuit e higo sobre pan de pasas. Crujientes de hongos de Ibañeta. Cucharita de Queso de Roncesvalles con infusión de pimiento y toque de anchoa. Bolitas de morcilla y piquillos de Navarra. Chistorra de Zubiri. Croqueta de jamón ibérico. Bolován de gambas y verduritas. Petit chus de crema y cocktail dulce de limón.

l Vinos. D.O. Navarra: Bodegas de Otazu. Blanco Palacio de Otazu Chardonnay 2007. Tinto Berquera Reserva 2004.

l Autoridades. Además de los príncipes de Asturias y de la ministra de Cultura (Ángeles González Sinde), acudieron siete presidentes de gobiernos autonómicos: Miguel Sanz (Navarra), Marcelino Iglesias (Aragón), Pedro Sanz (La Rioja), Patxi López (CAV), Miguel Ángel Revilla (Cantabria), Juan Vicente Herrera Campo (Castilla León) y Alberto Núñez Feijoo (Galicia). Faltó el presidente de Asturias, de viaje en Bruselas, y acudió su consejera de Cultura (Mercedes Álvarez).

También acudieron Javier Caballero, vicepresidente de Navarra y consejero de Interior, Juan Ramón Rábade, director general de Interior, Álvaro Miranda, consejero de Economía, Juan Ramón Corpas, consejero de Cultura, Javier Marcotegui, parlamentario de UPN, Elena Torres, presidenta del Parlamento, Elma Saiz, delegada del Gobierno en Navarra, María Victoria Arraiza y Román Felones, del PSN; Pablo Zalba (PP), Juan Cruz Alli (CDN), el Defensor del Pueblo, Javier Enériz; el presidente del TSJN, Juan Manuel Fernández y el fiscal superior Javier Muñoz.

l Alcaldes. Estuvieron presentes los alcaldes de San Juan de Pie de Port (Alphonse Idiart), Orreaga-Roncesvalles (Luis Echeverria), Luzaide-Valcarlos (Fernando Alzón), Auritz-Burguete (José Irigaray), Esteríbar (Francisco Javier Borda), Sansol (Fco. Javier Díaz de Ilarraza), Villatuerta (Francisco Ortega), Villamayor de Monjardín (Eugenio Fernando Barbarin) y Ayegui (José Artiz).

l Cargos religiosos. Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona y Tudela; Jesús Idoate, prior de la Colegiata de Roncesvalles; Aurelio Zuza, secretario general de la diócesis; José Luis Morrás, delegado de relaciones institucionales y César González Purroy, delegado diocesano del Camino de Santiago.

l La música. Corrió a cargo de la capilla de música de la catedral de Pamplona, dirigida por Aurelio Sagaseta y con Julián Ayesa al órgano. Interpretaron "Seigneurs, sachiez...", "Ave Maria" y "Defensor alme Hispaniae".

l 140 periodistas acreditados. El acto resultó de lo más mediático.