pamplona. ¿Cómo se siente una en el papel de Velma Kelly?
Bueno, al principio me costó un poco, y más porque había estado un año sin trabajar. Además, entrar en un espectáculo que ya está en curso cuesta un poco y exige su proceso, pero ahora ya me estoy encontrando muy bien y lo estoy disfrutando muchísimo. Sin duda, es uno de los grandes personajes del teatro musical y he tenido la suerte de poder interpretarlo. Es una mujer fuerte que no cae nunca y si lo hace, vuelve a levantarse enseguida.
Creo que el casting fue duro y largo, ¿cómo llegó al papel?
Yo no hice las pruebas porque acababa de tener un bebé, pero cuando llegó la gira y Natalia Millán comunicó que no la iba a hacer, organizaron audiciones, pero no encontraron a nadie y me llamaron directamente. Me fui a Londres, hice una prueba para los creativos y conseguí el papel.
Parece estar unida a Natalia Millán, porque también hizo la gira de "Cabaret" después de que ella protagonizara la obra en Madrid.
Es casualidad. La verdad es que es un tema del que no me gusta hablar, porque parece que sea la sustituta y no es así, porque ya llevo muchos años haciendo musicales.
Y dentro de todos los musicales que ha hecho, ¿qué valor tiene este en particular?
Chicago es uno de los grandes musicales que siempre había querido interpretar, al igual que Cabaret. Es de los mismos autores. Es un espectáculo que tiene una trama, un sentido, y a mí me encanta que sea así, no bailar por bailar o cantar por cantar. Hace 15 años fui a Londres a ver la función y me tan quedé fascinada que siempre soñé con interpretarla. ¡Y ahora estoy haciéndola!
¿Qué le diría a alguien que no conoce la obra? ¿Qué se va a encontrar?
Se va a encontrar un espectáculo muy bien coreografiado, al mismo nivel del que se representa hoy en todo el mundo -Broadway, Londres, etc-, con la misma escenografía, vestuario... Con músicos en directo, con actores y bailarines que cantan en riguroso directo, con unas coreografía de Bob Fosse magníficas y todo tratado con mucho gusto, mucha sensualidad y mucho nivel.
El personaje de Velma lo han interpretado varias actrices a lo largo de los años, ¿cómo se hace para darle un toque personal?
Cada persona somos diferentes, así que supongo que cuando los creativos hacen las pruebas pretenden, dentro de las pautas que exige el personaje, sacar lo que cada uno llevamos dentro. En mi caso, yo me he dejado guiar y modelar por las manos del director y supongo que me habrán dejado vía libre para darle mi sello personal. Y ahí estoy. Todos los días es distinto, dependiendo del día que tengas, pero eso es lo bonito del teatro, que nunca es lo mismo.
Lo que sí está claro es que la obra es muy exigente desde el punto de vista físico.
Mucho. El personaje de Velma Kelly requiere un nivel muy alto en baile, porque las coreografías son bastante exhibicionistas y necesitas estar al cien por cien. Además, vocalmente también tiene una tesitura que va de arriba abajo y hay que estar muy preparada. Pero lo que me resulta más complicado entre comillas es que el personaje tiene muchos momentos en que tiene que estar al cien por cien, pero que, de golpe, deja de estar en el escenario igual durante veinte minutos, y cuando vuelve a salir tiene que seguir arriba.
La sensualidad también es uno de los rasgos del personaje.
Claro, así suelen ser las coreografías de Bob Fosse. Fíjate, en un momento de la función, Mama Morton dice que Velma usa perfume de narciso negro, y eso me llamó la atención. Me suele gustar investigar a los personajes, así que busqué y resulta que el narciso negro era la fragancia que llevaba Norma Desmond cuando hizo El crepúsculo de los dioses. Y ella era la gran diva, como Velma. Aunque también es más cosas, todos los personajes lo son. Hay veces que vamos muy elegantes y luego en casa vamos en zapatillas. A mí me gusta tratar a los personajes de una obra como personas, y más en este caso, ya que la historia de Chicago ocurrió, y dotarlos de humanidad.
Una gira de un año por más de treinta ciudades tiene que ser agotadora.
¡Es agotadora! (risas). Pero ya he hecho giras con otros musicales, la más larga fue la de Cabaret, y también es bonito. Cada semana vas a una ciudad, actúas ante un público diferente y te pasan cosas distintas. Esta semana, por ejemplo, tengo que luchar contra un resfriado. Ahora tengo una niña que va a cumplir un año y quizá me vendría mejor quedarme quieta en un teatro, pero me gusta mucho salir de gira.
Son muchas horas, días, con los compañeros.
Sí, y en eso tengo que decir que el elenco al completo es fantástico. He estado en muchas compañías y ésta es una de en las que me siento mejor. Hay un buen rollo impresionante y Carlos (Lozano) es un encanto como trabajador y como compañero. Y María (Blanco) también es una gran profesional, igual que Linda Mirabal y el resto. Aquí nadie es más importante que nadie, todos somos iguales, y eso es muy importante, porque ese buen ambiente se transmite también sobre el escenario.