BILBAO. Molina ya había sido informado de las posibles consecuencias que tendría su entrada en la casa del popular reality televisivo, que este jueves comenzó su decimotercera edición. La sanción impuesta es de caracter temporal y pretende "suscitar en el padre Molina un deseo sincero de cambio y conversión". Por lo tanto, hasta que sea oficialmente revocada, el sacerdote tiene prohibido "todo trabajo pastoral por los fieles" y la "celebración pública de la Eucaristía" . Asimismo, tampoco podrá confesar a los fieles.