Violines, violas de gamba o d’ amore, vihuelas, violonchelos o arcos lucen en la entrada del Baluarte desde el pasado lunes. Este conjunto de instrumentos históricos y contemporáneos conforman la exposición de Lutheria de la Asociación Española de Luthiers y Arqueros Profesionales (AELAP). La muestra acoge reproducciones basadas en imágenes o intrumentos antiguos. A su vez, se exponen instrumentos de colección, incluso alguno de ellos es Patrimonio Nacional. Los artistas que han aportado sus muestras proceden de todos los rincones del país. Un ejemplo de ello es Eduardo Francés, de Salamanca, luthier que elaboró los instrumentos que aparecen en la serie Isabel.

El presidente pamplonés de AELAP, Evaristo Bretos, acompañado de otros dos constructores y restauradores, Francisco González Espinosa y José Ángel Chacón Tenllado, guiaron ayer a los presentes por la exposición de obras elaboradas minuciosamente.

“Hemos hecho esta exposición con un fundamento, para que la gente que venga a verla sea consciente de que en España hay excelentes luthieres”, explicó Bretos. A la sombra de Pablo Sarasate, puesto que la exposición se encuentra dentro de la programación del festival Sarasate Live!, pretenden romper la barrera que lleva a los posibles interesados en estas piezas a salir fuera del país para conseguirlas. “La idea es que se puedan ver los instrumentos desde todas las perspectivas. La gente puede pensar que todos los violines son iguales, pero cada uno dice algo distinto, cada uno tiene algo que cautiva”, comenzó el recorrido Bretos.

La exposición, que estará abierta al público hasta el próximo sábado, forma parte del Congreso Nacional y Showroom Internacional de Luthiers. Este se está llevando a cabo en Pamplona con motivo del festival y, además de la exposición albergará un concurso de lutheria contemporánea y diversas conferencias con invitados nacionales e internacionales.

La muestra se abre con los instrumentos de Jordi Pinto y el taller Casa Parramon, el cual lleva aportando piezas desde 1920. “El mundo del arco es tan complicado como el del violín”, aclaró Bretos mientras continuaba el recorido. Para elegir el adecuado es necesario atender a diferentes cualidades, es como la elección de su raqueta por parte de un tenista. Nombres como Yuri Pochekin (Madrid), Francisco Hervás (Granada), Guillem Gecubi (Barcelona), Hugues de Valthaire o Eduardo Francés Bruno (Salamanca), exponen sus diversas elaboraciones a lo largo del hall de Baluarte. Entre diversas explicaciones e indagaciones en el mundo de la lutheria, Evaristo Bretos profuso que hay gente que ha llegado a “criar sus propios cerdos con la finalidad de usar las tripas para la elaboración de las cuerdas de los instrumentos”.

Esfuerzo y talento

Lutheria y Stradivarius

La exposición traslada al espectador al mundo de la música y a la historia de cada creación. Así, el último panel hace un guiño a los doscientos años de lutheria en Pamplona. El panel lo componen moldes para violín de 1939, un violín de Alfredo Lumbreras datado en 1936 y una guitarra barroca única, la cual pertenece a 1815, cuando Pamplona comerciaba con Baiona.

El presidente de AELAP homenajeó al “maestro Chacón”, el cual continúa trabajando “al pie del cañón, como un jabato”. El malagueño es un referente de la lutheria del país y posee su propia escuela en su ciudad natal. Por su parte, José Ángel Chacón, entre sus diversas intervenciones a lo largo de la visita, comentó que “una madera normal en manos de un genio da una obra de arte, mientras que una de calidad junto a un creador sin talento proporcionan un resultado no muy bueno”, reiteró. A su vez, Chacón insistió en que cada pieza tiene una personalidad, de acuerdo al constructor que la ha hecho. “Un buen instrumento tiene que tener tres cualidades: prontitud de respuesta, timbre y volumen”, añadió.

Francisco González culminó la visita con unas pequeñas notas y demostraciones de sonido de una de las piezas. El también conservador de los Stradivarius del Palacio Real, mencionó que en la mayoría de los arcos, a través de sus elementos están presentes los cinco continentes.