Albert Pla: "Jo, yo quiero ser feliz. Pues que te jodan. Ser feliz es un sueño idiota"

pamplona - Albert Pla, inclasificable cantante y creador, ejerce en esta ocasión de actor para dar vida, él solito, a toda una fuerza de paz que intenta ayudar a una ciudad, interpretada por Fermín Muguruza. A ellos se les suma Refree, “la cifra, el que todo lo ve”, para conjugar un musical más que atípico en el que las canciones se transmutan en discursos y viceversa. Una inmersión irónica en el mundo real de lo que supone un guerra cuando esta transcurre más allá de la pantalla del televisor.

El propio Albert Pla accedió a responder, a su original manera, algunas preguntas sobre el montaje. Todo un ejercicio periodístico que debiera ser asignatura obligatoria en las facultades...

¿Se puede reír uno de la guerra o, mejor dicho, de la guerra que nos venden los medios de comunicación?

-La guerra que nos venden en los medios de comunicación es tronchante, humor negro del bueno.

De todas formas, parece que no estamos en guerra, al menos los que vivimos aquí, o si lo estamos, sufrimos esa versión de guerra invisible contra la cultura, contra el trabajador, contra las mujeres...

-Yo creo que sí estamos en guerra; pagamos armas para bombardear a otros países. O, ¿no? ¿O me equivoco yo? Y respecto a esa otra que dices, no es una guerra... porque igual la gente no se ha enterado que no son nada, que no son nadie. La política y las decisiones de poder no son para ellos.

¿Por qué dicen que este es un musical para la gente a la que no le gustan los musicales?

-No lo sé, algún avispado promocionero...

Declama Fermín Muguruza en una de las canciones del musical: “¿A cuanto está la caja de leche? A una mamada”. Duro, ¿pero definitorio de lo que muchas veces significa la guerra cuando no la vemos en los telediarios?

-Acaban así, es lo más triste.

¿Existen las guerras buenas?

-Esto lo dijo Obama durante la entrega de los premios Nobel de la Paz y nadie le bajó a bofetones... Será que es verdad.

¿Cómo describiría el hilo argumental de esta guerra que vamos a ver en el Teatro Gayarre?

-Es muy simple. Fermín es una ciudad, con sus problemillas, y con su tirano; y yo soy un ejército que viene a ayudarles...

¿No suena contradictorio eso de que un ejército venga a ayudar?

-Es que los ejércitos ahora ya no van a la guerra, van a misiones de paz o hacen tareas humanitarias, ¿no? Pacifican zonas (risas), porque cuando no queda nadie, ya está pacificada, ¿no?

¿Has tenido que mentirte mucho a ti mismo para encarnar el papel de soldado?

-No, creo que Fermin lo tenía más difícil que yo, porque debía hacer creíble una ciudad... Y yo, las mentirijillas estas del ejército, las sabe todo el mundo desde antes de enterarse que los reyes son los padres.

¿Qué sensaciones le crecen dentro a Albert Pla cuando se viste de soldado?

-Sí, sí, te entra mala hostia, ya lo puedes decir.

Fermin ejerce el papel de ciudad, pero cómo, fuerza de paz, ¿cuál es tu relación con él?

-Jolines, te voy a explicar el argumento entero... Ahí está el desarrollo de la obra. Le ayudo con el tirano que tienen, a acabar con él... Ofreciéndoles cosas buenas que ellos igual no pueden ni imaginar. Y con la voz de la palabra, la justicia y la libertad se llega muy lejos...

Y en este jumelage bélico-pacífico, ¿qué papel juega un músico como Refree?

-Ha hecho casi todas las bases instrumentales de la obra, los paisajes sonoros por los que vamos declamando o vociferando el texto, como prefieras. Él hace un papel como de cifra, es el que todo lo ve, es el jefe que todo el mundo quiere tener cuando se quiere disculpar.

Es inevitable, al escuchar temas algunas de las canciones, recordar a Veintegenarios...

-No tiene mucho que ver, aquello solo era una canción y esto es como una obra de teatro. Más que canciones, lo que hemos hecho son pedazos de dramaturgia musicales que ayudan a explicar el argumento.

Esta Guerra que llega hoy a Iruña, ¿sirve para desmontar el mito de que hay guerras que son inevitables?

-Eso de que hay guerras inevitables, que los políticos mienten o o que los banqueros roban son niñerías. Eso está claro, no hace falta que vengamos nosotros a hacer Guerra para demostrarlo, es una evidencia social.

¿En qué o quién pensaste para dar forma a este musical?

-En nadie... En mí... En mi imaginación.

¿Solo podemos ser felices en los mundos que soñamos o imaginamos?

-A ver... No creo que la pregunta sea sobre ser feliz... Ser feliz en esta vida es otra niñería. “Jo, yo quiero ser feliz”. Pues que te jodan. A mí qué me importa. ¡Vaya frivolidad! Me parece una chorrada. En la vida hay que ser feliz, hay que estar triste, hay que luchar, descansar y hacer otras muchas cosas. Ser feliz es un sueño idiota. No me parece razonable. Yo cuando hago canciones, me entretengo, como cuando me salen ideas.

¿Esta Guerra puede acabar siendo un disco?

-No es absolutamente imposible. Podría ser.