El musical La Familia Addams ha llegado al Teatro Gayarre de Pamplona, donde permanecerá hasta el sábado 23 de junio. Pero este no ha sido el primer destino de la gira. Los artistas han visitado ya Madrid, ciudad en la que estrenaron, Vigo, Gijón, Valladolid y Sevilla. Ahora tienen pendientes las actuaciones en Bilbao, Zaragoza y Barcelona, entre otras.

En Pamplona, dos de los actores se sienten como en casa, y es que el musical cuenta con dos navarros en su reparto. Ellos son Alejandro Mesa, nacido en Tudela, e Iñigo Etayo, pamplonés. Ambos han puesto la formación artística al frente de sus vidas y es justamente eso lo que les ha hecho llegar hasta aquí.

A pesar de su corta edad, Mesa (Tudela 1999) tiene una extensa formación en interpretación, música y danza. Comenzó en la Escuela de Teatro y Danza de Ángel Martínez y siguió haciendo varios cursos en la Escuela de Víctor Ullate, formándose en ballet clásico y claqué. Durante ocho años cursó enseñanzas de violonchelo en el Conservatorio Profesional de Música. Desde el 2014, además se forma en canto con profesionales como Verónica Ronda o Mamen Márquez. En cuanto a la interpretación, estudió en el grupo de jóvenes del Estudio Corazza y después en el Estudio Juan Codina. Ha ampliado su formación en clown, interpretación ante la cámara, teatro musical, expresión corporal y en doblaje y magia. A nivel profesional, ha participado en numerosos cortometrajes, pero esta es su primera gran producción.

Iñigo Etayo, nacido en Pamplona, inició su formación musical a los 10 años. Es diplomado en Artes Escénicas en Jana Producciones, centro radicado en Madrid. Completó su formación de canto con técnica vocal clásica y voice craft con profesores como Alejandro de los Santos o Alfonso Echeverría, al mismo tiempo que se graduaba en Comunicación Audiovisual. Profesionalmente ha formado parte de grandes musicales como Blancanieves Boulevard, Por Última Vez o La vida es un sueño. También ha participado en teatro clásico y cine, donde protagonizó el largometraje Un dios prohibido, que le llevó a la nominación a mejor actor en Roma.

En cuanto a su participación en La Familia Addams, el tudelano cuenta que, en su caso, empezó enviando un e-mail pensando “a ver si cuela”, y, efectivamente, “coló”. Lo posterior fue lo tradicional, ir superando fases hasta que por fin estaba dentro y era Pugsley, el hermano de Miércoles. Etayo utilizó el mismo procedimiento, pero con una actitud quizá más negativa: “Yo lo mandé un poco a lo loco. No sabía de qué iba la historia y pensaba, yo no encajo en nada, son gente de tres metros, mayores, o Miércoles, pero, bueno, voy a mandar”, indica. Pero entonces pasó la prueba de canto y conoció el personaje de Lucas, que le hizo pensar: “Qué guay, hay un personaje al que aspiro”. Y superando todas las selecciones consiguió convertirse en Lucas Beineke, novio de Miércoles.

quiénes son ahora Ambos interpretan a personajes totalmente opuestos, según comentan. Lucas Beineke desciende de una familia normal de Ohio y el encuentro con la familia Addams, a la que pertenece su novia Miércoles, es algo que crea tensión. “Lucas es misterioso, un chico normal con su polito azul. Pero es el novio de Miércoles, por lo tanto tiene algo oscuro que hace que el público se pregunte: ¿qué es lo normal?, ¿qué no?, ¿las apariencias engañan?”, señala el pamplonés, a lo que añade que “es un personaje que rompe los clichés, y eso es lo que más me gusta”. Mesa habla del “drama de Pugsley, que se debe a que Miércoles no le tortura porque está mucho tiempo con su novio”. Por lo tanto, él trata de explotar a Lucas para poder recuperar a su hermana.

actuar en casa “Está siendo muy guay. El primer día me sentía casi tan nervioso como en el estreno en Madrid”, destaca Etayo. “Empecé a actuar aquí en el 2006, hace doce años, con óperas en las que era el último de la fila a la derecha y al fondo, y estar aquí ahora con el musical... Es muy bonito volver, ” continúa, aunque también menciona el estado de alerta que lleva consigo “actuar en una ciudad en la que mucha gente que te conoce viene a verte”. El tudelano opina, en cambio, que estar cerca de casa significa “sentirme bien y relajado, aunque no lo esté exactamente”.

Respecto al Teatro Gayarre, Etayo puntualiza que “a todos los actores nos gustan mucho más este tipo de teatros más pequeños y recogidos, con su terciopelo”, aunque no haya sido el escenario que más les ha ayudado. “La caja escénica es reducida, y eso afecta. Como es pequeño, yo en mis caminatas llego a los sitios en la mitad de tiempo, y la escenografía ha habido que cambiarla”, a lo que Mesa añade: “Yo el otro día casi me caigo del escenario porque se acababa”. Pero ambos coinciden en que es algo que pasa en muchos sitios y es divertido.

‘backstage’ Están de acuerdo también en calificar al conjunto del equipo como una familia, y Etayo indica que “en el backstage hay otra obra en la que participamos todos”. Mesa explica cómo “los más grandes, son los más humildes”, refiriéndose a intérpretes como Carmen Conesa, Xavi Mira o Lydia Fairén. A lo que su compañero añade: “Siempre piensas que los protas estarán a su bola, es lo normal, pero que va. Les da igual quién seas, todos somos iguales y nos lo pasamos muy bien”. Mencionan a ambos equipos, el artístico y el técnico, porque están todos “muy en piña”, que no suele ser lo más habitual, según dicen.

Finalmente, en cuanto al musical, explican que es “muy teatral, algo que gusta mucho a la gente. Es muy teatro convencional de siempre, pero a la vez, tiene una apuesta a lo grande con la escenografía”. El tudelano se refiere a una frase habitual del actor, que también participa en el espectáculo, Xavi Mira: “Es el musical perfecto para iniciarse en ellos, porque tiene lo bueno de un musical y lo bueno de una función de teatro. Todo está muy bien entrelazado”.