viana - La encargada de abrir el acto institucional de entrega del Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2019 fue Fátima Frutos, poeta y presidenta de la Asociación Navarra de Escritores/Nafar Idazleen Elkartea (ANE/NIE), entidad que propuso a Tomás Yerro para el galardón de este año ante el Consejo Navarro de la Cultura y de las Artes. En su laudatio, la autora destacó que la trayectoria vital del profesor de Lerín ha estado “jalonada por la ejemplaridad y la excelencia”.

“El compromiso con una cultura cercana a todas las personas, sobre todo a las más vulnerables, a las personas con diversidad funcional, a nuestros mayores, a las gentes que por vicisitudes de la vida han tenido más difícil el acceso a la cultura” ha sido, en opinión de Frutos, “una constante” en la existencia del autor, investigador, divulgador y docente navarro. En su discurso, la ponente apuntó los tres ejes que, a su juicio, constituyen la base de la “maravillosa” aportación de Tomás Yerro. En primer lugar, dijo, “el amor por el trabajo bien hecho”, que se deriva “de una gran vocación por la enseñanza y “de una enorme dedicación al estudio de obras fundamentales de la literatura universal”, casos de El Quijote y de La isla del tesoro, obras que descubrió en una misteriosa biblioteca que había en la casa de su abuela, Javiera Ona. “Esta hoy sonríe desde algún lugar del universo, junto a Francisco y Blanca, y se enorgullece de la semilla de bondad y conocimiento que supo plantar en Tomás y en sus hermanos”, continuó Frutos, que subrayó la labor de “recopilación y puesta en valor de la literatura navarra” llevada a cabo por Yerro en obras como Escritores navarros actuales y Río Arga: revista navarra de poesía, estudio y antología; así como de investigación en títulos como Aspectos técnicos y estructurales de la novela española actual.

desde las raíces al mundo Como segundo eje que ha motivado la acción vital y profesional del premiado, la poeta indicó “el respeto que siempre ha manifestado por nuestras raíces”, divulgando “el legado de los precursores de las letras navarras”, como Margarita de Navarra -Margarita de Angulema-, autora del Heptamerón, “mujer avanzadísima en lo que hoy se conoce como empoderamiento femenino” y que es “un espejo en el que nos miramos centenares de amantes de la literatura navarra”. O Carlos, Príncipe de Viana, “cronista, poeta y mecenas de la cultura”, que escribió en la Corte de Nápoles la Crónica de los Reyes de Navarra “y poemas de una sensibilidad sobresaliente”, abundó la autora, que citó, del mismo modo, la cantidad y variedad de entidades culturales con las que ha colaborado Yerro como ejemplo de su consideración por “la diversidad de esta tierra”, que “viene dada por una clara e inconfundible vertiente humanista”.

Por último, y como tercer eje, la presidenta de ANE/NIE comentó la “apertura a las corrientes europeas e iberoamericanas” del profesor. “Ahí está su obra dedicada al también hijo de Lerín Amado Alonso”, o su “enfoque multidisciplinar de la cultura”. “Una cultura al servicio de las personas que nos ayuda a conocernos más y en la que la empatía y la solidaridad llegan de la mano de la conciliación entre distintas ciencias sociales”, agregó.

Fátima Frutos también puso énfasis en “la bondad” de Tomás Yerro a la hora de asesorar e impulsar la carrera de algunos/as autores/as, casos de Marina Aoiz, Maite Pérez Larumbe, Inmaculada Biurrun, Daniel Aldaya, Mercedes Viñuela, Blanca Angulo y los ya desaparecidos Julia Guerra y Mario Zunzarren. Labor que el de Lerín ha desempeñado junto a otros profesores como Emilio Echavarren, Consuelo Allué o Ana Martínez Mongay, según la escritora. Para cerrar su intervención, recitó en alemán unos versos de la poeta austríaca Ingeborg Bachman que hablan de la libertad y recordó a la familia directa de Tomás Yerro, a su mujer, María José, y a sus hijas, Irene y Ana, ya que “detrás de todo ese camino vital y literario existe el inmenso apoyo de una gran familia”, terminó, emocionada.

representación literaria Además de Fátima Frutos, asistieron al acto en Viana otros miembros de la junta directiva de la Asociación Navarra de Escritores/Nafarroako Idazleen Elkartea, como su vicepresidente, Carlos Bassas del Rey, y los vocales Tadea Lizarbe, Silvia Marambio y Per Gaztelu, así como socios como Iñaki Arbilla, Idoia Saralegui y Iosu Lazkoz. También otras autoras como la novelista y guionista Julia Montejo, que acudió con Reyes Berruezo, exrectora de la UPNA, y como los poetas Marina Aoiz y Javier Asiáin, este último como vocal de literatura del Ateneo Navarro, que acudió junto con el presidente de esta entidad, Javier Torrens. No faltó tampoco Mercedes Viñuela, seguramente la escritora más veterana de la Comunidad Foral en la actualidad, con la que Tomás Yerro se hizo una entrañable foto tras el evento.