PAMPLONA. La Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana ha fallado los premios del II Certamen Fotográfico 'Paisajes con memoria', a favor de las obras Hidroeléctrica de Alloz, de Koldo Fernández; Una ensoñación de André-Marie Ampere, de Javier Barrenas; y Energía, de Eduardo Blanco, con el primero, segundo y tercer premio, respectivamente. Los galardones, dotados con 700, 400 y 200 euros, se entregan este viernes, 27 de septiembre, a las 12.30 horas, en la Biblioteca de Navarra.

Además, hay un cuarto premio, valorado en 200 euros, que votará el público, de forma presencial, entre los 15 seleccionados para formar parte de una exposición que se inaugura el mismo día. Con este fin, se colocará una pequeña urna donde se podrá depositar el voto hasta el 11 de octubre.

En total, se han presentado al certamen 55 fotografías. El jurado ha estado compuesto por dos profesionales de la fotografía y dos miembros del Servicio de Archivos y Patrimonio Documental del Gobierno de Navarra.

El concurso, organizado por la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana, a través del Archivo de la Administración de la Comunidad foral, se ha centrado esta edición en el paisaje energético de Navarra, a fin de sensibilizar a la ciudadanía sobre el valor patrimonial de las instalaciones productoras o transmisoras de energía eléctrica, ha informado el Gobierno foral.

El certamen fotográfico 'Paisajes con memoria' se enmarca en la nueva línea de acción del Archivo de la Administración, iniciada en 2018, para completar su fondo de documentación institucional con las aportaciones de la ciudadanía.

Con frecuencia, ha indicado el Ejecutivo, se ha visto en la fábrica o en la industria un factor negativo, distorsionante del entorno, que se ha mantenido en el olvido y menosprecio o ha sido objeto de agresivas especulaciones del terreno. Por este motivo, se han perdido para siempre importantes instalaciones fabriles, su documentación y, en consecuencia, su legado cultural.

Con acciones como ésta, la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana aspira a destacar el papel que estas instalaciones juegan en la definición del imaginario colectivo de un territorio: oficios tradicionales, fiestas, configuración social, lenguaje, vegetación y paisaje, además de los edificios, instalaciones o maquinarias que soportaron esa actividad.

Al mismo tiempo, mediante este certamen se pretende "abrir la perspectiva de la fábrica como la memoria de un territorio, construida a través de luchas, ilusiones, sacrificio, penalidades y vivencias que han modelado la fisonomía de ese paisaje, y no sólo desde el punto de vista arquitectónico -algunas tienen un claro valor patrimonial".