pamplona - Enhorabuena por el nombramiento. ¿Cómo lo ha recibido?

-Con suma naturalidad, y con la misma naturalidad que podría estar recibiendo el nombramiento de cualquier otro patrono. Me propuse como candidata porque consideré que había llegado el momento de hacerlo, pero igualmente me habría parecido que hubiera salido cualquier otro miembro.

Lleva en la Fundación Oteiza desde sus inicios. ¿Por qué creyó que ahora era el momento?

-Porque hace 24 años que acompañé a Oteiza a firmar la constitución de la Fundación Museo y de sus estatutos. En aquel momento, Oteiza me incitó para que asumiera la presidencia, pero no era el momento bajo ningún concepto. Desde entonces han pasado muchos años y es ahora, a raíz de la revisión y la actualización del Reglamento de Régimen Interno cuando el propio Rafael Moneo ha propuesto que, de aquí en adelante, un cargo interno como este fuese asumido rotativamente por un miembro del Patronato. Esta es la única razón.

Es la primera mujer que preside esta institución...

-No sé si esto es algo significativo porque solamente somos tres mujeres actualmente en el Patronato. Es verdad que, desde sus inicios y durante bastantes años, hasta que murió Francisco Javier Sáenz de Oiza, fui la única mujer del Patronato. Ahora somos más y lo vivimos con naturalidad, en unos momentos en los que también es bueno que nuestra manera de ver y de colaborar se hagan en primera persona.

¿Cómo diría que está la situación actual de la Fundación?

-El Patronato ha tenido muchísimas vicisitudes, porque su fundador es un artista y un pensador con el que todo lo que haya podido manifestar tiene muchísimo recorrido y connotaciones. Ha habido, como en un encefalograma, muchos picos, pero en este momento creo que estamos viviendo unos años de muy buena salud, con muchos proyectos. Porque el proyecto Oteiza nunca se agotará, absolutamente nunca, porque estos legados tienen vida para siempre. Creo que este es un momento ilusionante y con mucha vida por delante.

¿Cuál es el camino que Jaione Apalategi cree que se debe seguir a partir de ahora?

-Te aseguro que la propuesta de mi candidatura no iba unida a ninguna reflexión ni proyecto personal. Es absolutamente colectivo. Y en este colectivo, lo único que hago es asumir todo aquello que tenga que hacer la persona que ostenta la presidencia. Pero todo lo que queremos echar a andar está decidido de una forma colaborativa.

Entonces, de forma colectiva, ¿cuáles son los retos que se plantea el Patronato en un futuro próximo?

-Recordar y asumir aquellos estatutos que firmó Jorge Oteiza, ver qué falta, qué se ha hecho y qué debemos hacer, sin olvidar que hay una tarea muy pendiente todavía. Y, por supuesto, mantener presente, activo y compartido con todo aquel que lo quiera el diálogo de Oteiza.

¿Puede adelantar algo sobre esa tarea pendiente?

-Hay varias. Una fundamental que se plantea el Patronato es la exposición de la obra y planteamiento de Oteiza durante su época en América; es un proyecto muy profundo que requiere de un trabajo y una labor que no hemos hecho más que iniciar. Y otro proyecto será el Catálogo razonado de su palabra, como lo hay ya de su escultura. ¿Qué fue antes, pensador o escultor? Ambos ámbitos se necesitan y complementan. Con estos dos proyectos tendríamos para mucho tiempo.

¿Cuál cree que debe ser desde este momento la relación de la Fundación con la sociedad en general?

-La que tuvo que ser desde el mismísimo principio. La vida misma de la Fundación y del Museo tendría que ser el pulso de lo que se puede ofrecer a la sociedad desde ella, así como la sociedad requiera y solicite de ella. Tiene que ser un feedback absoluto, y mucho falta por hacer para que realmente se dé esta posibilidad; está todavía pendiente, a pesar de todo lo que se ha hecho. Nunca estaremos satisfechos si no logramos esa relación íntima, natural, continua y permanente entre Fundación y sociedad. - A.R.O.