- El Consejo de Ministros despejó ayer el camino para que comiencen las obras de rehabilitación del Salón de Reinos, el edificio pieza fundamental de la nueva ampliación del Museo del Prado, dando un importante impulso a esta operación. El Ejecutivo aprobó una Disposición adicional décima del Texto Refundido de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbanas de las obras, declaradas como obra de excepcional interés público, y así su tramitación administrativa será más rápida.

El paso es "muy importante", la "única pega", es que las obras todavía no cuentan con dotación en los Presupuestos Generales y eso hará que tarde en comenzar, precisó uno de los arquitectos de esta ampliación, Carlos Rubio. Este, que firma junto a Norman Foster el proyecto de rehabilitación, se mostró muy contento. "¡Por fin!", exclamó. Aprobado en 2016, el proyecto ha sufrido numerosos retrasos por la inestabilidad política de los últimos años. El paso, aunque pequeño, es relevante, sobre todo a nivel administrativo. El Prado ya comenzó las obras del interior del edificio el pasado noviembre con fondos propios y todo va según calendario.

La ampliación del Salón de Reinos -antiguo Museo del Ejército- supondrá añadir a la pinacoteca 5.700 metros cuadrados, de los que casi 2.600 son de superficie expositiva. Darán cobijo a una gran parte, probablemente unas doscientas obras, que el museo no puede exponer por falta de espacio. El proyecto está enmarcado en una ambiciosa estrategia urbana denominada el Campus del Prado y pretende cambiar radicalmente el paisaje de las inmediaciones del museo, con la integración en un mismo espacio de todos los edificios de la pinacoteca. Estos edificios son: la sede central del Edificio Villanueva, la ampliación de los Jerónimos, el Casón del Buen Retiro y el Salón de Reinos. Estos dos últimos son los únicos que quedan en pie del conjunto del Palacio Real del Buen Retiro, un conjunto erigido entre 1633 y 1639 bajo el reinado de Felipe IV.