- La posibilidad de que muchos cines cierren tras la pandemia, la necesidad de que el Estado se comprometa con el desarrollo del cine español, la adopción de medidas a muy corto plazo y el problema de que exista una cuota tan alta de cine norteamericano en las pantallas fueron algunas de las claves que centraron la jornada de ayer del Festival Lo Que Viene que arrancó en Tudela. Esta cita, que pone sobre la mesa los estrenos y distribución de cine, televisiones y plataformas para la nueva temporada, se ha centrado en esta tercera edición en las repercusiones de la pandemia en el séptimo arte y su futura reconstrucción.

La edición de este año, de la que el Ayuntamiento de Tudela ha retirado los 15.000 euros que venía aportando para su celebración y que podría poner en peligro su continuidad en la ciudad, es especialmente importante porque se trata del primer festival, desde el inicio del estado de alarma, que cuenta con proyecciones de películas (al aire libre) y series de estreno con público y mesas redondas con la presencia física de los intervinientes y todo ello mezclado con intervenciones y clases magistrales on line. La principal novedad radica en estas clases magistrales que se van a desarrollar entre el Consorcio EDER y la Escuela de Artes de Corella, como la que habrá sobre el cine de animación.

"Si no existen las salas de cine va a desaparecer la diversidad y como país no nos lo podemos permitir". Bajo este vaticinio del productor Alex Lafuente (Bteam Pictures) se desarrolló la mesa de redonda en la que todos los productores asistentes asistentes estuvieron de acuerdo en los malos augurios. Emma Lustres, (Vaca Films) fue más allá y pese a reconocer que "como productora puedo hacer mucho negocio con las plataformas y televisiones" añadió que "lo que nos da autonomía y diversidad son las salas de cine. Sería dramático porque acabaríamos con las películas de autor, diferentes y de bajo presupuesto. Es como si de repente todo fuera Zara o centros comerciales y no hubiera tiendas pequeñas. Las plataformas no han traído dinero, pero sin salas nos quitarían riqueza cultural como país y ser más diversos y más libres". En este sentido Lustres se preguntó si "¿puede un país como España no defender el cine en salas? Eso pasaría por establecer una protección y fijar medidas. Si no a corto plazo el cine se va a ahogar". Adolfo Blanco (A Contracorriente) coincidió en la necesidad de un acuerdo entre todos los implicados (distribuidoras, productoras y Ministerio) y se dirigió a la directora genera de ICAA, Beatriz Navas, para pedirle más apoyo de TVE "al igual que hacen Tele5 o Antena 3, con sus producciones, que TVE se vuelque y dé información" y también "impuestos especiales al cine extracomunitario y que aquí se fomente el cine, el buen cine. También a las plataformas, ya sabemos que algunas no pagan impuestos en España. Es verdad que las plataformas no aseguran la diversidad pero habría también que pedirles transparencia y equidad porque no sabemos qué resultados tienen con las películas que proyectan". Blanco comparó la situación que vive el cine tras el confinamiento como si nos hubieran caído "cinco bombas atómicas y un meteorito. Aún están cayendo cenizas y no se ve bien cómo será el paisaje después del desastre pero va a haber que reconstruirlo y esperemos que queden cimientos". De cara al Ministerio de Cultura alertó de que "el Estado debe asumir y gestionar el sector. No soy intervencionista pero debe haber un órgano director y pensar de dónde sacar recursos e inyectar dinero en el sector para que siga adelante y hay que empezar ya".

Todos coincidieron en que las salas españolas estaban pagando la ausencia de estrenos de cine norteamericano (sumergido en la pandemia) y que eso estaba lastrando la vuelta del público a los cines. Por este motivo se llamó a la incentivación del cine español, como sucede en Francia, Corea del Sur o Italia donde la gente ha vuelto a llenar los cines. En este sentido, la presidenta de la Federación de Distribuidores, Estela Artacho, calificó de "drama" la situación vivida por las salas "hemos pasado de un crecimiento del público del 7% en 2019 y de otro 7% de enero a marzo a tener cero ingresos". A este respecto señaló que muchas salas anunciaron que iban a abrir el 26 de junio, pero algunas grandes firmas no lo han hecho, "la vuelta ha sido de un crecimiento flojo pero el fin de semana volvió a caer. Estamos a la espera de que lleguen estrenos potentes para incentivar la vuelta". Dado que estos estrenos norteamericanos no llegan el miedo a que las salas no puedan superar estos meses de incertidumbre se multiplica y se habla ya del posible cierre de muchas al no poder hacer efectivo el pago de las nóminas ni la llegada de películas, "estamos pagando las consecuencias de una alta cuota de películas norteamericanas que ante su situación sanitaria no llegan", repitió Lustres.

Por otra parte el futuro de las productoras es más halagüeño, según se dijo en esa primera mesa redonda de Lo Que Viene, ya que "las plataformas y las televisiones ante la cantidad de producto audiovisual consumido en el confinamiento se han quedado con la nevera vacía y ahora han de reponer". La productora de Vaca Films concluyó, "de aquí a dos ó tres meses o el cine español, las distribuidoras independientes y todo el sector se pone a tirar del carro o el panorama es terrible".

Previamente a la mesa redonda las entidades patrocinadoras (Bardenas, Grupo Enhol, Consorcio EDER y Gobierno de Navarra) hicieron la presentación del festival que se prolongará hasta mañana viernes con la proyección al aire libre de tres películas (Blanco en Blanco, Uno para todos y Amor en polvo) y la serie Albanta, de Antena 3, todo ello de estreno. En esta edición el Ayuntamiento ha dejado de poner dinero (15.000 euros) y aparece solo como colaborador, al tiempo que ha aparecido el Ayuntamiento de Corella para que participe la escuela de Artes y Oficios de esta localidad.

Abel Casado, gerente del Consorcio EDER, recordó el temor a no poderlo celebrar por las circunstancias sanitarias y finalmente el empeño en hacerlo en julio, dado que más tarde, al tratarse de anunciar la temporada que viene, no tendría sentido. Casado recordó el rendimiento "social y económico" que supone para la Ribera la celebración del festival (1,3 millones de euros) que llegó cuando buscaban "un festival inédito y nuevo y nos encontramos con la Asociación de Informadores de Cine (AICE) y nació el festival que está ya consolidado". Por su parte, María Guerra, presidenta de AICE, destacó que el lema en todo momento de la cita es "máxima seguridad pero tirando para adelante" y enfatizó que "es el primer festival en el que la industria se va a reunir para ver cómo afronta la incertidumbre de la covid-19".

"Hemos pasado de dos crecimientos consecutivos del 7% a tener cero ingresos"

Presidenta Federación Distribuidores

"De aquí a 2 ó 3 meses o el cine español se une para tirar del carro o el panorama es terrible"

Vaca Films

"Debe haber un órgano que piense de dónde sacar recursos para que el sector siga adelante"

A Contracorriente