En 1975 fue la última vez que se vio un capítulo de Kung fu, la serie creada por Ed Spielman que llevó a David Carradine al estrellato con su papel del Pequeño Saltamontes. Más de 45 años después llega a la pequeña pantalla una nueva serie que recupera el espíritu del clásico título, pero “desafiando los estereotipos asiáticos y asiático-americanos”.

“La serie va a romper con algunos estereotipos que tienen las personas sobre los asiáticos. Va a mostrar cómo es verdaderamente nuestra cultura y cómo somos nosotros realmente, y no como nos pintan muchas películas”, respalda la guionista y coproductora ejecutiva, Christina M. Kim. Esta nueva versión, que llega hoy a TNT, comparte ciertos elementos con la original como la historia central, el atractivo exótico de la cultura china, así como sus tradiciones y su particular estética, lo que hará que mantenga la esencia del clásico. Sin embargo, el equipo de la versión actual ha adaptado la serie a los nuevos tiempos, situando a una mujer en el papel principal. “Cuando estaba escribiendo el guion de la serie lo que más claro tenía es que quería que la protagonista fuera una mujer asiática y fuerte que estuviera pateando traseros sin reparos. Quería y quiero que fuera el modelo a seguir con el que los jóvenes crezcan en televisión. Esa es principalmente la mayor diferencia respecto a la original”, confiesa Kim.

Ambientada en la época actual, la trama sigue a Nicky Shen (Olivia Liang), una joven chino-estadounidense cuyos problemas personales la empujan a dejar la universidad y viajar a un monasterio aislado en China que cambiará su vida para siempre. Allí encuentra la paz consigo misma y con su pasado a través del conocimiento del kung fu y de otras artes marciales. Sin embargo, tras el asesinato de su mentora, la joven decide regresar a su San Francisco natal, donde descubre que el asesino de su maestra ahora quiere acabar con ella y, además, que la ciudad está tomada por el crimen, la delincuencia y la violencia. Llega el momento de poner en práctica todos sus conocimientos de artes marciales y los valores de Shaolin Kungfu para combatir el crimen promovido por una organización corrupta llamada La Triada. Para ello, la actriz tuvo que aprender artes marciales, ya que un día se prometió a sí misma que “nunca iba a aprender este tipo de lucha a no ser que le pagaran por ello”. Ella tenía conocimientos de danza, así que aprenderse las coreografías de lucha “no fue muy complicado”: “Lo más duro fue el entrenamiento que tuvo que hacer mi cuerpo, por lo demás fue increíble rodar esas escenas. Me hicieron sentir bien y fuerte”, responde con risas Liang. “Necesitaba encontrar a alguien con quien se pudiera relacionar mucho, pero que también fuera mental y físicamente capaz de derrotar a los malos cada semana”, cuenta Kim, la guionista y coproductora de la serie. Para llegar hasta ella hizo audiciones a más de ciento cincuenta actrices jóvenes: “Olivia es simplemente encantadora, con los pies en la tierra, divertida y un poco tontorrona, fue perfecta”, reconoce entre risas.

Para el papel de padre de Nicky, Kim tenía un nombre en mente desde el principio: Tzi Ma (Mulán). “Nunca he trabajado con una mujer showrunner, y menos con una mujer de color que se parece a mí”, recuerda Ma. “Así que dije: Estoy listo, vámonos. Si me quieres, ahí estoy”. Estoy encantado con la serie y con el proyecto en general, ha sido fantástico rodarla con tanta buena gente”, afirma. Kung Fu, estrenada el 7 de abril en EEUU en el canal CW, gustó tanto que la cadena ha decidido renovarla por una segunda temporada.