Fecha: 22/05/2021. Lugar: Baluarte. Incidencias: Primero de los dos conciertos que ofreció Love of Lesbian en Pamplona para presentar su último disco, Viaje épico hacia la nada; en ambos se agotaron las entradas con mucha antelación. Público: muy participativo y entregado.

altaba más de una hora para que comenzase la actuación del sábado de Love of Lesbian y ya había seguidores haciendo cola en la puerta. Era algo innecesario teniendo en cuenta que los asientos eran numerados, pero da una idea del grado de expectación que había levantado su concierto. En realidad fueron dos, pues las entradas del primero se agotaron tan rápidamente que tuvieron que anunciar una segunda fecha, el domingo, con idéntico resultado. Ninguna sorpresa: esa es la cotidianidad de la banda desde hace más de una década, cuando rompieron todos los registros del pop rock nacional con su álbum 1999. Desde entonces, los catalanes no se han dormido en los laureles y han seguido edificando con solidez una carrera trufada de logros artísticos y comerciales. Sin embargo, su actitud no ha sido en absoluto acomodaticia; cada uno de sus discos ha tenido su parte de riesgo e investigación; nunca se han limitado a repetir la fórmula, ni en el estudio ni tampoco en los directos (como muestra, la última vez que nos visitaron, hace poco más de un año, dentro de su gira Espejos y espejismos, también en Baluarte, en la que recuperaron canciones menos obvias de su repertorio envueltas en una escenográfica más propia del teatro que de un concierto de rock). El leitmotiv de su actual turné es, obviamente, la presentación en sociedad de su nueva criatura, Viaje épico hacia la nada. En él, la banda muestra su discurso musical de manera más clara que en anteriores entregas, en las que primaba más la parte lírica. Precisamente por eso, este trabajo resulta ideal a la hora de ser interpretado en directo, con canciones de estructuras menos complejas. Esta fue la base del repertorio de su actuación del sábado, aunque también hubo rescates de discos anteriores. Abrieron con el tema que da título al álbum, Viaje épico hacia la nada, seguido de Crisálida; con ambas comprobaron que los asistentes se habían estudiado bien la materia y conocían al dedillo el nuevo material. Después, y esta sería tónica habitual durante toda la actuación, fueron intercalando himnos más añejos como Noches reversibles o Bajo el volcán.

La parte visual también tuvo su importancia en el buen discurrir del concierto. El escenario contaba con varias pantallas de diferentes tamaños y la batería estaba subida en una especie de torre, mucho más alta que el resto de instrumentos (dos guitarras, teclados, bajo y percusión, el sonido fue muy cuidado durante toda la velada). Y resultó curioso, porque uno de los grupos que más arrasa en los festivales consiguió la proeza de poner a bailar a la audiencia; sentados en sus butacas, como bien les convidaron a hacerlo los propios miembros del grupo, pero bailando al fin y al cabo. Esto sucedió, sobre todo, en la segunda mitad de la actuación, que fue donde concentraron los cortes más animados (John Boy, Belice, Los irrompibles...). Sea como fuere, en grandes recintos o auditorios, Love of Lesbian demostró que sigue en estado de gracia.