Realizar una reflexión sobre lo cotidiano, sobre el presente, el aquí y el ahora, nos conduce, irremediablemente, a preguntarnos qué es eso del presente y, más aún, qué es eso de lo cotidiano. Preguntas que, aunque parezcan sencillas, no lo son, ya que nos obligan a realizar un ejercicio de introspección profundo con el que entender que, aunque lo cotidiano y el presente sean aspectos comunes a todos los seres humanos, también contienen una mirada íntima y personal. Y es en esa mirada en la que se encuentran trabajando diez ilustradoras navarras escogidas para formar parte del proyecto Si el ahora es elegir, lo hacemos en piezas, con el que se pretende continuar con el Programa de Adquisición de Obras Artísticas Contemporáneas del Museo además de reconocer la ilustración como una expresión artística con identidad y lenguaje propios. El proyecto se materializará en una exposición que está prevista para el verano del próximo año, así como en una publicación.

Las artistas escogidas para formar parte de este proyecto son Myriam Cameros (Pamplona, 1978), Irati Fernández Gabarain (Pamplona, 1981), Andrea Ganuza (Pamplona, 1988), Liébana Goñi (Pamplona, 1986), Cristina Jiménez (Pamplona, 1981), Aizpea Lasa (Pamplona, 1985); Iratxe López de Muniáin (Pamplona, 1985), Itziar Repáraz (Pamplona, 1990), Leire Urbeltz (Pamplona, 1985) y Natalia Zaratiegui (Pamplona, 1981). Ellas son las encargadas de explorar su cotidianeidad y reflejarla en diez ilustraciones cada una -en total, el proyecto se compondrá de 100 ilustraciones-. "Esta es una muy buena oportunidad para desarrollar nuestra propia voz como creadoras, en vez de estar atadas a encargos de entidades o particulares", destacó este martes, día 7, Leire Urbeltz, quien agradeció que una entidad como el Museo de Navarra "ponga en valor un lenguaje artístico que no siempre ha tenido este reconocimiento".

En este mismo sentido se pronunciaron Rebeca Esnaola, consejera de Cultura del Gobierno de Navarra, y Mercedes Jover, directora del Museo de Navarra, en la rueda de prensa de presentación de este proyecto, para quienes "hacía tiempo que se había detectado una falta de coleccionismo de la ilustración, a pesar de ser un arte más". Según remarcó Esnaola, "esta acción abarca un objetivo más amplio que la compra, e incluye la mediación y la generación de programas públicos en torno a la creación navarra contemporánea". También consideró que este proyecto "ayudará a paliar el déficit histórico de representación de mujeres artistas en las colecciones museísticas". Por su parte, Susana Romanos, comisaria del proyecto, explicó que la ilustración es un "concepto amplio" y un "fenómeno homogéneo" con un denominador común: "cargar de significado a la imagen dibujada, trabajarla gráfica y simbólicamente, insertarla en un contexto narrativo para lograr una mejor, una más impactante lectura". Y, por esto, es necesario que la ilustración "entre dentro de los museos y les dé vida", como apuntó Jover.

Las miradas: Maternidad, vuelta al hogar, sanación o magia

Los trabajos ya han comenzado, y algunos de los temas sobre los que indagan son la maternidad, la vuelta al hogar, los procesos de sanación, el cuidado personal o la magia. Son fruto de una reflexión que se planteó a las ilustradoras, que debían "pensar sobre lo cotidiano, los acontecimientos, el aquí, el ahora, el presente, la rutina, la realidad o lo social", explicó Romanos. En definitiva, sobre "algo común, no exótico sino accesible y generalizado, aunque no necesariamente llevado a cabo por todo el mundo".

Tras la rueda de prensa, Urbeltz detalló que su obra nace de una experiencia relativamente cercana. "Cuando declararon el Estado de Alarma, me comunicaron que iba a tener que ser intervenida en una operación, y pasé por un proceso de muchas fases: negación, rechazo, miedo, aceptación o sanación... Y he utilizado estos diez dibujos para reflejar todo este proceso desde una manera muy subjetiva y con mucha fantasía", comentó. Del mismo modo, Jiménez apuntó que su trabajo pretende mostrar "las tradiciones, los mitos o las creencias que en el día a día son difíciles de distinguir pero que conviven con nosotros". Lo hace, además, centrándose en la parte del aseo de las mujeres. Por su parte, Ganuza explicó que su trabajo parte de su regreso a Pamplona cuando comenzó la pandemia estando ella en Colombia y, en este regreso, la ilustradora ha procurado "encontrar la magia en los momentos cotidianos". También López de Muniáin compartió la esencia de su trabajo: la pandemia y la maternidad. "He querido jugar con el espacio del baño, que ahora se ha convertido para mí en un espacio con otro significado, porque es un lugar en el que puedo reconectar conmigo misma", dijo, y añadió: "Jugando con este espacio, creo diferentes lugares con diferentes personas que lo habitan como si fuese algo cotidiano".

Para conocer el trabajo del resto de las ilustradoras de este proyecto habrá que esperar a la publicación del libro y a la exposición temporal del próximo año. En ellos, seguro, encontraremos "una exploración del lenguaje propio, a través de temas muy personales que nos afectan casi todas las personas", concluyó Urbeltz.