Conscientes de que se vive un momento complicado para el arte contemporáneo, de que hay menos presupuesto que nunca para impulsar esa apuesta firme y continuada que realmente nunca se ha fomentado en Navarra desde las políticas públicas, los creadores sienten que su espacio cada vez es más reducido. Sienten la derrota, pero sin dejarse vencer por ella. Por eso celebran oportunidades como la que les brinda este mes la Galería ArteA2 de Zizur Mayor (calle Idoia, 9).

Allí, puede visitarse hasta el 5 de marzo la nueva exposición colectiva de este espacio regentado por la galerista Ana Álvarez, dedicada en esta ocasión a obra gráfica. "Es el primer lenguaje que tenemos los seres humanos, el más primitivo, como muestran los primeros signos en las cavernas; y que a día de hoy llegue a la altura de arte contemporáneo, sin perder la frescura de los inicios, es muy interesante", comenta la galerista de ArteA2 al hilo de esta exposición que reúne a quince artistas de diversos estilos y generaciones: Aurora Suárez Moreno, Alfredo Murillo, Belén Arévalo, Iñaki Rifaterra, María Jimenez, Gonzalo Nicuesa, Ángel Arbe, Félix Ortega, Jose Luis Mayor, Kontxesi Vicente, Patxi Aldunate, Jose Miguel Corral, Juan Gabriel Vich, Itziar Alforja y Ángela Moreno comparten sus obras con ese "público flotante" y fiel al que toman el pulso en cada colectiva, que para ellos es, ahora más que nunca, motivo de celebración porque implica "relación social", implica "verse" y "obligarse a hacer algo".

Y es que, aunque el momento sea difícil y no se invierta dinero ni siquiera en financiar el transporte para las exposiciones -"no pedimos más", dicen varios de estos artistas-, a los creadores sigue moviéndoles, como siempre, la necesidad de expresión a través del arte, de lo que para cada uno de ellos significa esta palabra, y ahí siguen, ideando, experimentando, explorando, preguntándose sobre el mundo que habitamos e interpelándonos. Y, como dice Félix Ortega, "en ese territorio pequeño, inútil, obsesivo" que es el arte, "de vez en cuando, aunque no mucho, suena el cristal". Y la reflexión artística y estética expande su poder, rompe barreras y demuestra todo aquello para lo que sirve. Todo lo que aporta.

Vencer la "pereza intelectual"

Por eso, cada exposición en cada pequeño reducto es una oportunidad valiosa de vencer la "pereza ciudadana e intelectual" y poner voluntad de conectar con el arte contemporáneo. En este caso, con el arte creado con las técnicas que engloba el concepto de obra gráfica, que "con la tecnología y con los tiempos han ido cambiando, evolucionando", destaca Ana Álvarez. La galerista de ArteA2 celebra el hecho de que "cada obra expuesta en esta colectiva identifica a su autor".

"El conjunto es diverso, rico y variado. Hay libro de artista, obra gráfica tradicional, y siempre con un toque de experimentación, de laboratorio", detalla. Hay obra en tinta, en témpera, serigrafía, impresión fotográfica, risografía, litografía, y entre los soportes, aunque predomina el papel, hay también tela, madera o plancha de poliéster.

Ya es la quinta ocasión en la que varios de los artistas aquí reunidos enriquecen el mes de febrero con una exposición colectiva en ArteA2. "En cada cita el grupo se va reciclando, se cambia la temática, la técnica o el lenguaje -el año pasado la protagonista fue la escultura-, entra gente nueva, y sale otra. En este caso, exponen por primera vez Iñaki Rifaterra, que tiene un puntazo de taller de grabado en Estella; o Aurora Suárez Moreno, asturiana afincada aquí en Navarra; y vuelven artistas como Juan Gabriel Vich, guipuzcoano y que participa por segunda vez en esta cita expositiva de febrero", cuenta la galerista Ana Álvarez, quien valora muy positivamente la oportunidad que ha brindado esta colectiva a los artistas escultores habituales de su espacio "para que trabajen más la plasticidad gráfica".

Como aconsejó Beethoven, los quince artistas de ArteA2 no se han conformado con practicar su arte, sino que, además, se han "abierto camino a través de sus secretos".