Fecha: 08/04/2022. Lugar: Rockollection. Incidencias: Sala llena. Primer concierto en muchos meses de Swingaraia: Eva (voz), Miki (piano y voz), Óscar (contrabajo), Óscar (batería), Josito (saxo), Lorena y Lorena (coros).

l concierto de Swingaraia comenzó con una instrumental en la que ya mostraron algunas de sus mejores cartas: el piano juguetón, marcando carácter; la base rítmica, impecable e implacable; la guitarra eléctrica, de marcado sabor añejo, al igual que el saxo, rematando por arriba. El público que llenaba la Rockcollection se despojó rápidamente de su timidez y se puso a bailar. En la segunda salió la cantante, Eva, y exhibió su poderosa voz, pero sólo permaneció un tema sobre las tablas, pues la siguiente volvió a ser instrumental. Falsa alarma, no había habido ningún percance y en la cuarta volvió a aparecer escoltada por dos coristas.

Esta fue la formación que permaneció en el escenario durante la mayor parte de la actuación. Las coristas fueron la mayor novedad respecto a las actuaciones anteriores y su presencia hizo que la calidad subiese muchos enteros, acompañando y adornando las voces de Eva y Miki, que, además de aporrear con brío y acierto las teclas, también cantó en algunos temas (por ejemplo, en el contagioso Twisting the night away). No fue el único cambio, pues también ha habido alguna variación en los miembros del grupo (Darío ha sido sustituido por Josito en el saxo). Afortunadamente, lo que no ha cambiado ni un ápice es su sonido, que sigue siendo tan extraordinario como en ellos es habitual.

En cualquier caso, por encima de cualquier otra consideración musical, si algo hay que destacar en un concierto de Swingaraia es el buen ambiente que contagian a la audiencia, la inmensa fiesta que desatan allá por donde pasan. En la Rockcollection pusieron, literalmente, a todo el mundo a bailar, algo que siempre es de agradecer, y más en estos tiempos tan extraños que vivimos. Una lástima que, debido a las dimensiones del escenario, el contrabajo tuviese que colocarse en un segundo plano, ya que es un instrumento que da mucho juego visual.

Respecto al repertorio, Swingaraia ha publicado diez canciones en un disco (el muy recomendable At last!), y en la Rockollection las interpretaron todas junto a otras tantas composiciones propias y alguna versión. Óscar, que cumplía años (y por ello fue agasajado por el público), se marcó un buen solo de batería en Mess around. Will you still love me tomorrow comenzó de forma más íntima, pero la quietud duró solo unos segundos y rápidamente volvió a estallar la energía irresistible de su sonido. Hubo detalles de jazz (Chickens) y de soul (Cry to me) y una muy lograda versión de My baby just cares for me, de Nina Simone, con ese piano inicial tan reconocible. La parte final dejó a la sala sin aliento: Such a night y, ya en los bises, Bei mir bist du schön, que se fue acelerando desde lo sensual hasta lo frenético, del cabaret a la bacanal sonora sobre la que brilló la torrencial voz de Eva, y Tap, dance, swing and rock!, en la que varios asistentes subieron a bailar al escenario. Fue el colofón perfecto a la frenética y divertida velada. Ojalá nos regalen muchas más.