Fue en septiembre de 1994 cuando Artsaia abrió sus puertas. Inicialmente eran solo unos locales de ensayo. Posteriormente, su vocación primera se fue diversificando hacia otras actividades tales como la de escuela de música, sala de conciertos con programación permanente de actuaciones, discoteca… En los dieciséis años que duró su andadura, Artsaia se convirtió en toda una referencia en el mundo de la cultura de Navarra. Fue, por ejemplo, la primera empresa de gestión privada que firmó un convenio de colaboración con la administración pública, algo sorprendente en aquellos años de fin de siglo. Por su escenario pasaron un sinfín de bandas locales, nacionales e internacionales. Aunque, quizás, lo que hizo que la sala permaneciera en la memoria de tantas y tantas personas fue el clima de camaradería que allí se respiraba.

Así lo recuerda Iosu Puerta, que pasó muchas horas allí y que ahora, para recordar y celebrar lo vivido, ha organizado un concierto conmemorativo en Zentral: “Trabajé en Artsaia durante seis o siete años. En todo aquel tiempo, me tocó hacer de todo: curré en las salas, di clases a los músicos, me encargué del mantenimiento, preparé los conciertos de los fines de semana… En 2006 me fui, tuve un cambio laboral, pero seguí en contacto con la gente de allí, con los trabajadores, los músicos…”. A pesar de que lo que unía a Iosu con Artsaia era una relación laboral, cuando piensa en ello, no lo hace como en un simple centro de trabajo, sino como en algo mucho más familiar: “Era un lugar donde íbamos los músicos, para ensayar o para ver a otros grupos. Pasábamos mucho tiempo allí. Era como un centro social, que hace casi treinta años no existía nada parecido. Fueron unos años muy bonitos para mí, muy especiales. Allí surgieron muchas amistades, prueba de ello es que muchos hemos mantenido el contacto a través de los años”.

Fue en una reunión de viejos camaradas donde surgió la idea de organizar este concierto: “Hace dos o tres meses nos juntamos tres músicos y se nos ocurrió la idea de montar un concierto para revivir aquellos años. Algo para nosotros, para los que estuvimos allí como músicos, como alumnos de la escuela, como clientes de los conciertos y de la discoteca. Me vine arriba y empecé a llamar a músicos. Lo primero que tengo que hacer es pedir perdón, porque me he dejado un montón de bandas fuera. La respuesta fue super positiva, todo el mundo se apuntó. Pretendemos que sea una especie de burbuja, una cápsula del tiempo que nos devuelva a aquellos años. He avisado a músicos, socios, camareros, personal de seguridad, profesores… El concierto está abierto para todo el mundo, pero la idea sobre todo es reunirnos los que estuvimos allí. Actúan seis de los grupos que ensayaban en salas, algunos llevan sin tocar más de diez años. Yo creo que va a estar muy bien. Los niños pueden entrar gratis, porque a algunos les hará ilusión ir con la familia.

Las seis bandas que actuarán en Zentral el próximo domingo serán Barua, Sin Dirección, Catarsia, A-Rock 3 Delicias, Kea y Mortadelia. Una pequeña muestra del inabarcable elenco de grupos que pasó por aquellos locales. El concierto de Zentral se llama, literalmente, Sala 7 Artsaia (una noche para recordar). Y justamente eso es lo que pretende, recordar los conciertos de la llamada Sala 7, una experiencia pionera que buscaba dar visibilidad a grupos noveles. Inicialmente se celebraban en una pequeña terraza lateral, pero rápidamente pasaron al escenario principal, como explica Iosu: “Eran conciertos los jueves para músicos que ensayaban allí. Les montábamos el escenario, el equipo, hablábamos con la prensa, poníamos cuñas en Cadena 100, pegábamos carteles… Empezó en un formato más pequeño, pero enseguida los pasamos a la sala grande; les poníamos sus camerinos, con buen sonido, iluminación, la barra abierta… Algunos jueves nos juntábamos cientos de personas”.

Otro aspecto que distinguió a Artsaia fue que, al estar siempre llena de músicos, se convirtió en una especie de vivero de bandas. Algunos de los artistas navarros que hoy siguen dando guerra sobre los escenarios comenzaron allí su andadura. El caso de Marea puede ser un buen ejemplo de ello; ensayaron en Artsaia en sus comienzos, cuando todavía se llamaban La Patera. Y allí ofrecieron el último concierto de la gira Besos de perro, el 28 de diciembre de 2002, con las entradas agotadas y varios artistas invitados, certificando así su asalto al trono del rock nacional.

Iosu Puerta, impulsor del concierto, sólo se subirá al escenario en una canción, y será por un motivo especial: “Tocaré un tema de homenaje a Oliver Sanz de Galdeano, un amigo que trabajó allí y que falleció hace unos años. Estábamos en un grupo de versiones, Chocolatex, tocábamos juntos. Oliver fue un icono muy importante de Artsaia y hemos preparado una canción para tocar para él, porque él era Artsaia, como lo éramos todos. Será nuestro pequeño homenaje”.

Por todo lo dicho, sobran los motivos para rememorar aquella época con un concierto como el del domingo. Como muestra de la huella que la sala dejó en sus parroquianos, sirva el ejemplo de Iosu: “Yo estoy vendiendo este homenaje a Artsaia y no fui ni socio ni dueño ni jefe ni nada. Pero es que era nuestra casa. Éramos una familia en un espacio dedicado a la música”.