Como lugares de memoria viva, de construcción de identidades y espacios impulsores de conocimiento y de cambio, los museos contribuyen siempre al bienestar social. Sin cultura no hay desarrollo sostenible.

Este jueves 18 de mayo, Día Internacional de los Museos, el ICOM pone el foco en esta realidad y nos recuerda que “todos los museos tienen un papel que desempeñar en la configuración y la creación de futuros sostenibles, y pueden hacerlo a través de programas de investigación, educativos, exposiciones, actividades de divulgación comunitaria e inserción social”.

MUSEO DE NAVARRA, EN TRANSFORMACIÓN

Bajo el lema Museos, sostenibilidad y bienestar, esta celebración invita a poner en valor la acción climática, el fomento de la inclusión y la igualdad, la lucha contra el aislamiento social o la mejora de la salud mental.

Objetivos por los que el Museo de Navarra lleva “años trabajando”. “Nuestro reto es convertir este museo en una institución cultural accesible, sostenible, abierta a todas las personas, en la que encontrar un espacio de conocimiento y convivencia, para su bienestar”, dice su directora, Mercedes Jover.

En cuanto al cuidado del medio ambiente, explica que, “gracias al trabajo que viene haciendo desde hace una década por la sostenibilidad y la eficiencia energética”, el Museo de Navarra ha obtenido 2.472.877 euros de fondos europeos para la ejecución de unas obras en la envolvente de su edificio, que deberán llevarse a cabo antes del 31 de octubre de 2025. “Van a ser unas obras de mejora energética mediante el aislamiento de cubiertas y la sustitución de ventanas por otras que impidan el calentamiento del interior a través de los vanos”, cuenta Jover. Unas medidas urgentes para el Museo de Navarra, que el verano pasado tuvo que cerrar tres plantas por las olas de calor. 

En lo que se refiere a accesibilidad, se ha logrado en los últimos años con la “eliminación de las pre-existentes barreras arquitectónicas”, con recursos que adaptan la visita a personas con algún tipo de afección visual, auditiva o cognitiva, y con renovaciones museológicas como la que se presentó en 2019 bajo el nombre Todo el arte es contemporáneo, y que “incluyó una auditoría en accesibilidad universal que determinó la paleta de colores de las salas, el empleo de tipografías de palo seco y el tamaño de las letras de los textos, buscando el bienestar para todas las personas visitantes”.

HACIENDO BARRIO

En favor de la inclusión social se trabaja desde el Museo de Navarra mediante el contacto directo con asociaciones que atienden a personas con distintas capacidades y en riesgo de exclusión social. “En 2022 nos visitaron de 20 grupos, un total de 273 participantes, con los que realizamos diversas visitas y talleres didácticos con La Chincheta Bruna”, apunta Mercedes Jover, quien destaca también el programa Somos vecinas-os/Auzokoak gara con el que desde 2018 se trabaja para hacer comunidad en el entorno del casco viejo; y el Grupo de voluntariado cultural de Museo de Navarra, que funciona desde 1999 y está integrado por personas jubiladas que, de manera desinteresada, organizan visitas guiadas gratuitas a la colección permanente. “Este programa permite que se generen vínculos intergeneracionales, al poner en contacto a las personas voluntarias con el público escolar que acude al museo”, destaca la directora.

En una red sostenible, los museos navarros intercambian recursos y materiales expositivos para favorecer su reutilización

La igualdad de género está más que nunca en el punto de mira. “En 2016 el Museo de Navarra inició una línea de trabajo para disminuir la brecha entre mujeres y hombres, que se ha materializado en la política de adquisición de obra, prestando especial atención a las creaciones de mujeres; en exposiciones temporales y en la exposición permanente, incorporando obras de artistas mujeres y creando (en 2019) el itinerario Estamos todas bien, firmado por Maite Pérez Larumbe y que ofrece una visita en clave de mujer; o en la labor de difusión y visibilización del trabajo de las creadoras. “Todas las obras de las artistas presentes en nuestra colección van a mostrarse este año a través de la plataforma CER.es (Colecciones en red) del Ministerio de Cultura”, cuenta Mercedes Jover.

LA DIMENSIÓN SOCIAL DE OTEIZA Y EL TRABAJO EL RED

El reto de la sostenibilidad y de la contribución a la sociedad constituye “una preocupación permanente” en las acciones presentes y futuras del Museo Oteiza. “Desde hace años, y sobre todo a partir de la crisis energética provocada por el conflicto de Ucrania, hemos aplicado medidas de eficiencia energética que permitan racionalizar los consumos y las condiciones del museo”, explica su subdirector, Juan Pablo Huércanos, apuntando que, en paralelo, la Fundación Museo ha impulsado la revisión de sus infraestructuras “en base al uso racional de los recursos naturales, la reducción y mejora del consumo y el control de la energía. Esto generará futuros cambios en la eficiencia de nuestros equipamientos y en la transición hacia energías renovables”.

Desde el punto de vista de la generación de nuevos materiales y recursos expositivos, el museo de Alzuza aplica una política permanente de reutilización de materiales existentes; y, como el Museo de Navarra, forma parte de la red de intercambio de materiales museográficos entre centros de la comunidad.

La obra de Oteiza se pone en valor este año en el museo de Alzuza, con motivo del 20º aniversario de la muerte del escultor. Oskar Montero

EL FOCO EN LA IGUALDAD

Con respecto a la brecha de género, el Museo Oteiza cuenta con un plan de igualdad que, además de aplicar medidas en el funcionamiento interno del centro, se propone analizar el peso de las mujeres creadoras y artistas en la programación que desarrolla, proponer proyectos y talleres educativos en torno a la visibilidad de las mujeres en el ámbito artístico, programar exposiciones y acciones que revisen la obra de creadoras plásticas, y lograr la presencia paritaria y rotativa de creadoras en la programación de nuevos proyectos de creación contemporánea.

“Ejemplos de esta voluntad son la exposición temporal actual Interestratos, que presenta tres intervenciones de Miren Doiz, Marina González Guerreiro y Nora Aurrekoetxea, o el curso de formación que realizamos todos los años titulado La colección del Museo en clave de género. Análisis crítico de la representación de la mujer en la obra de Oteiza y su adaptación a los discursos actuales”, apunta Huércanos.

En lo que se refiere a la inclusión social, desde hace más de 12 años el museo de Alzuza cuenta con el programa El arte como integración social, destinado a realizar proyectos específicos de inclusión social a través de la creación y de la figura de Oteiza. “Hemos impulsado cerca de una treintena y ahora mismo estamos desarrollando Introspecciones en femenino, un proyecto socio-educativo en colaboración con la asociación Itxaropen Gune, que lucha contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual en Navarra”, avanza el subdirector del Museo Oteiza.

MUN: "EL ARTE ES FUENTE DE BIENESTAR"

Para el MUN, la sostenibilidad social es su “razón de ser”, porque –afirma su director, Jaime García del Barrio– “el encuentro con el arte contemporáneo contribuye a la formación de personas íntegras, y a la consolidación de una sociedad más crítica, más humana, más libre y sostenible”.

El Museo de Navarra acometerá unas obras de mejora energética ante las dificultades por las que atraviesa con las olas de calor

En el aspecto ambiental, “la preocupación por la sostenibilidad debe conjugarse en un museo con los requisitos de la conservación de piezas de arte, que exigen un enorme esfuerzo energético para mantener constantes la temperatura y humedad, algo que causa muchos quebraderos de cabeza”, dice García del Barrio. El Museo Universidad de Navarra opta por “reducir horarios e instalar medidas de control y protección térmica, como cortinas de aire en las puertas, para poder seguir dando servicio a la sociedad”.

El MUN, que participa de la iniciativa europea New European Bauhaus que se enfoca en sociedades inclusivas, sostenibles y bellas, tiende “desde sus orígenes a la circularidad y el respeto del medio ambiente". "Rediseñamos los materiales, los reutilizamos, les damos nueva vida. Las marquesinas sirven en programas educativos, los muros y elementos de las exposiciones se recuperan en siguientes montajes... Nuestras exposiciones duran más de seis meses, de forma que los traslados, la huella de carbono de las rotaciones... se disminuyen y rentabilizan”, dice su director.

CONCIENCIAR Y EDUCAR CON PROYECTOS COLABORATIVOS

El objetivo de la inclusión se trabaja desde el museo universitario en proyectos como SociARTE, en colaboración con Fundación La Caixa y que busca poner el arte al servicio de personas con un gran abanico de diversidad funcional, cognitiva o sensorial. “Queremos seguir trabajando para que cada vez más personas de Navarra y del mundo se acerquen al arte contemporáneo, propiciar que tengan experiencias significativas porque el arte es fuente de bienestar”, afirma García del Barrio.

Además de fomentar la sostenibilidad de su trabajo e impacto como institución y como museo, el MUN quiere “aportar elementos de transformación, ofrecer programas de concienciación” en este sentido, “con frecuencia en colaboración con otras instituciones”.

Recientemente, ha incorporado “un programa escolar que habla de la presencia de la mujer en las artes, un eje central que en 2024 se abrirá como proyecto colaborativo a todos los centros educativos”, avanza Jaime García del Barrio, concluyendo que “el arte no conoce de géneros, nos apela a todos como personas y desde ahí nos invita a reconocer nuestra sensibilidad única como individuos, a trabajar nuestra empatía y capacidad crítica para crear sociedades más humanas, inclusivas y sostenibles”.

Imagen de una visita guiada al Museo Etnográfico del Reino de Pamplona, impulsado por Joxe Ulibarrena en Arteta (valle de Ollo). Iban Aguinaga

LOS PEQUEÑOS MUSEOS ACUSAN LA "DESIGUALDAD DE LOS RECURSOS PÚBLICOS"

Desde Ondarezain, asociación de gestores de museos y monumentos de Navarra integrada por una treintena de profesionales del patrimonio cultural, se ve “con preocupación el enfoque que se le da año tras año al Día Internacional de los Museos (DIM)”.

“Son los museos de titularidad pública, es decir, los que tienen la financiación asegurada, aquellos que tienen recursos suficientes para programar actividades extraordinarias”, afirma Elur Ulibarrena Herce, presidenta de Ondarezain y miembro del Consejo Navarro de la Cultura y las Artes. “El problema de los pequeños museos navarros es que si programan actividades en las mismas fechas, entran en competencia con los de mayor tamaño. Esta competencia perjudica a los pequeños, ya que sus programas se diluyen en la inmensa oferta que se concentra en torno a esta celebración y el sobreesfuerzo necesario para sacar adelante estas actividades no se ve compensado”, apunta.

Ondarezain asegura, y así lo ha denunciado en más de una ocasión, que “esta desigualdad profundiza en la precariedad del sector patrimonial y museístico”, y lamenta que “desde las instituciones hasta el momento no se han atendido” sus demandas.

El lema del DIM 2023 propone a los museos contribuir en temas tan importantes para una sociedad como el bienestar y la sostenibilidad. “Para muchas de las profesionales asociadas a Ondarezain, que trabajamos con públicos diversos, acercamos los contenidos de los museos a colectivos en riesgo de exclusión social, sensibilizamos hacia el cuidado del entorno, reutilizamos y reciclamos todos los elementos de nuestras exposiciones, fomentamos la equidad y aprovechamos los recursos lo mejor que podemos, la sostenibilidad y el bienestar no son conceptos huecos que tengamos que celebrar el 18 de mayo. Son actitudes que forman parte de nuestro día a día, año tras año”, recuerda Elur Ulibarrena.

Por todo ello, Ondarezain propone en este Día de los Museos que “se equilibre el destino de los recursos públicos en el sector museístico y patrimonial de Navarra, se apoye a las entidades locales para que conserven su patrimonio y se forme a su personal para que lo valore y lo exhiba con orgullo”.

Y, sobre todo, apunta la urgencia de “impulsar proyectos de educación patrimonial y vincular a los espacios patrimoniales con la comunidad educativa”.

“Este es nuestro gran reto: cumplir con la educación, una de las funciones principales de los museos. Lo que se conoce, se valora. Lo que se valora, se conserva. Lo que se conserva, se cuida. Lo que se cuida, perdura”, concluye la presidenta de la asociación.