El festival Arbola propone, para su segunda edición, una treintena de propuestas entre residencias, talleres, exposiciones y conferencias perfomativas. Un “bosque de eventos” que articula prácticas artísticas innovadoras, divulgación científica y acción comunitaria para celebrar la fuerza poética y política de las plantas en general y de los árboles en particular, en un momento de transición ecosocial.

Con esta programación, compuesta por 10 residencias, tres espectáculos, cuatro exposiciones, tres talleres, cuatro caminatas y tres charlas, “nos interesa incorporar la cultura en la dimensión medioambiental y también al revés”, porque “el arte nos toca” y llega de una manera especial, “para que pasemos a la acción”. Así lo explica Isabel Ferreira, directora artística de este festival que cuenta con el respaldo económico y de insfraestructuras de la Fundación la Caixa a través del programa Innova, y de Antartika Kultur Container, y fondos de Acción Cultural Española y la Unión Europea

Las actividades de divulgación y exhibición, casi todas gratuitas, se concentrarán entre el los días 15 y el 18 de mayo (Arbola Fest). La conferencia inaugural –el 15 de mayo a las 19.00 horas– tendrá lugar en Civican de la mano del “gran naturalista” Joaquín Araujo. El mismo día y en el mismo espacio se inaugurará una exposición colectiva a cargo de las/os 10 artistas que están realizando las residencias en esta edición de Arbola.

Las/os 10 creadoras/es llevan desde marzo investigando y poco a poco irán mostrando sus procesos. De hecho, este mismo viernes, 12 de abril, la artista navarra Monika Aranda presentará en una charla su instalación efímera –solo durará un día– en la Capilla del Museo de Navarra (19.00 horas), destino final de una caminata que arrancará a las 17.00 horas desde Antartika (c/ Mayor, 53) y realizará un recorrido por entornos naturales del centro de Pamplona, para conocer los árboles y las plantas consideradas exóticas y su impacto en el ecosistema. Especialmente, se hablará de la cortadera o hierba de la Pampa, una especie foránea que “la gente compra y pone en sus jardines y que se ha convertido en un auténtico problema en Cantabria y está avanzando en Navarra”, apuntó la directora. “Es muy importante que incorporemos la dimensión cultural al ámbito medioambiental y al revés”, porque a través de las manifestaciones artísticas se llega antes a la cabeza y al corazón de las personas, agregó.

Varios de las/os participantes, en la primera edición de Arbola, celebrada en 2023. Cedida

Todo lo que no sabemos...

La antropóloga Adriana Reyes desarrolla dos proyectos en Arbola 2024. El primero, Coreografías selváticas, en Antartika, donde trabaja su “inquietud por el movimiento y las formas de vida vegetal”, empleando los lenguajes de las artes vivas, la antropología social y sus experiencias prácticas en rituales con plantas. Mediante este “libro de botánica en movimiento”, pretende “activar la sensibilidad con otras formas de vida”. “Trabajar con plantas me pone en una situación de pérdida de la identidad y eso me estimula”, indica Reyes. El resultado final podrá verse el 18 de mayo en civivox Condestable, a modo de clausura del programa.

La creadora también impartirá el “laboratorio” titulado Algo que no sabemos que sabemos pero sabemos: La lavanda los días 2, 9 y 16 de mayo (18.00 horas) en Antartika. Se trata de “avivar otras formas de conocimiento” para “poner en valor la sensibilidad y la intuición”. El taller será una especie de incubatio,  práctica médica en un espacio sanador que se llevaba a cabo en la antigua Grecia, que generará una comunidad temporal que participará en una serie de rituales individuales y colectivos inspirados en las dietas de plantas de culturas como Perú y Brasil, pero con ejemplares más cercanos. Esta es la única actividad de pago del festival y para participar es necesario inscribirse en arbola.net. Solo hay 15 plazas.

Todo lo que crece

Por su parte, el “artista activista e investigador independiente” Marco Ranieri establecerá en su taller Todo lo que crece un “diálogo con el territorio”. Será los martes 16, 23, 30 de abril y 7 de mayo en la Piparrika Huerto Comunitario, con entrada libre hasta completar aforo. “El objetivo es que las vecinas del barrio cuenten sus saberes tradicionales y subalternos –no reconocidos como tales–, que casi siempre han sido transmitidos por las mujeres”, comenta Ranieri. Y añade: “Serán encuentros intergeneracionales e interculturales”, que generarán un “herbario participativo” realizado con técnicas de estampación del ecoarte. 

Finalmente, entre el 26 de abril y el 7 de mayo se exhibirán en el Condestable los herbarios y los objetos recopilados en las distintas sesiones. Además, se construirá un dispositivo móvil “en beneficio del huerto”, con un secadero solar de plantas.

Como en casa

Cabe destacar, asimismo, la muestra At home in the threes (En los árboles como en casa), que permanecerá en el mismo civivox entre el 10 y el 18 de mayo. La artista irlandesa Claire Hurley explora aquí la relación con el mundo que la rodea a través de la pintura, los textiles, las esculturas que se pueden vestir y las instalaciones site-specific que construye con elementos vegetales. Y con el árbol como casa y refugio de todo tipo de seres vivos

La exposición, al igual que el resto del programa, intentará paliar “lo que los expertos llaman ceguera vegetal”, apunta Isabel Ferreira. Para ello, es importante mirar las plantas, conociendo sus nombres y sus historias y aprendiendo de “los valores que nos sugieren”. Como el cuidado y la autosuficiencia. O la timidez, concepto que hace referencia al modo en que las copas de los árboles evitan tocarse y que ha inspirado el cartel de Arbola 2024, festival promovido por Labea (Laboratorio de Arte, Ciencia y Naturaleza).