“Mi disco apela a la ternura como arma de revolución”
En muy poco tiempo, Valeria Castro se ha convertido en una de las artistas más a tener en cuenta de todo el panorama nacional. Este viernes regresa a Pamplona (Baluarte, 20.30 horas)
PREGUNTA: Su caso es atípico. En unos tiempos en los que la música que triunfa tiende a estar sobre producida y envuelta en grandes campañas de marketing, usted ha conseguido hacerse hueco con una propuesta sencilla y honesta.
RESPUESTA: Sí, es verdad. No puedo más que sentir una alegría inmensa y supongo que también orgullo de ver cómo la gente está recibiendo mis canciones. Al final, solo hago lo que me sale del corazón, con honestidad, como tú dices, y es bonito ver que hay hueco. Estamos en un punto en que la variedad crea el gusto de la gente. Creo que ahora hay espacio para muchas cosas, y es bonito que me haya tocado a mí. Me siento muy afortunada por ello; he tenido mucha suerte, aunque también he trabajado mucho. Estoy intentando disfrutarlo.
P: Empezó subiendo versiones de otros artistas a internet, pero para entonces usted ya había compuesto sus primeras canciones. ¿Le daba miedo mostrarlas?
R: Sí. Siempre he sido una persona muy práctica y he intentado seguir los pasos correctos. En ese momento, aunque ya empezaba a componer, consideraba que todavía tenía que aprender más de otros y de otras para ganar seguridad y escribir mejor. De esa época son mis primeras canciones que nunca saldrán a la luz (risas), pero que fueron mis primeros ejercicios para intentar traducir el alma. Pensé que sería bonito empezar cantando canciones de otros y aprendiendo de ellas, intentando trasladar los sentimientos que despertaron en mí esas canciones mientras comenzaba a escribir las mías, con las que pretendía sentirme a gusto y orgullosa como para poder defenderlas en directo.
P: ¿Fue la buena acogida que recibieron esas versiones lo que le dio la confianza necesaria para empezar a mostrar su propio material?
R: Bueno, la confianza hay que intentar que venga de uno mismo y no del público, pero tampoco podemos mentir y, evidentemente, cuando ves una respuesta tan bonita por parte de la gente y de compañeros de la industria, es cierto que sientes más seguridad. La inseguridad no desaparece nunca, el síndrome del impostor siempre está presente y a veces es difícil confiar en una misma. En este oficio tienes que lanzarte siempre a la piscina; cuando publicas tus canciones, nunca sabes cómo va a ser la respuesta del público. Pero bueno, ese era el fruto de mi trabajo, lo que me había salido del corazón. Tuve la enorme suerte de que una parte del público respondió muy bien, tampoco puedo pedir todo el público del mundo porque eso sería demasiado avaricioso (risas). Es bonito ir ganando público poco a poco, y más contando historias de una misma, tan personales. Me siento muy a gusto cantándolas porque no hay caretas, lo que la gente escucha es lo que soy.
“No sabría decir científicamente cómo sucede, pero creo que la música conecta con nuestra parte psicológica y nos sana”
P: Es cierto que sus canciones parecen muy íntimas. ¿Le resultó sencillo abrirse tanto en las letras?
R: Tiene su parte difícil, pero a mí siempre me ha resultado sencillo. Si no contase mis historias, mis heridas, mis culpas y mis maneras de sanar, sentiría que me estoy disfrazando, como poniéndome una careta. Para mí es más cómodo no tener que explicar luego quién soy aparte. Este es un disco que apela a la ternura casi como arma de revolución, en estos tiempos que parecen tan poco amables. Es un disco honesto y para mí es cómodo hacerlo así, igual para otra gente no. Así me educaron y me pareció una bonita forma de definirme.
P: Tanto en sus letras como en música tienen mucha presencia sus raíces, pero también hay otra parte mucho más contemporánea.
R: Claro, creo que es una mezcla de ambos. Me sale de manera orgánica, no es algo premeditado. Tengo mucho amor y mucho cariño a mi tierra, a mis raíces, a la música que escuché de pequeñita… Pero también soy hija de mi tiempo; tengo 25 años y escucho muchas otras cosas. Los sonidos menos orgánicos forman parte de mi idiosincrasia generacional. Abrazo esa fusión, ni la bloqueo ni la impulso. Creo que es interesante poner de manifiesto que podemos no olvidar y seguir para adelante.
P: Ha dicho varias veces que la música le ha sanado. ¿Le concede realmente ese poder terapéutico?
R: Absolutamente. Me parece que es una medicina. Aunque soy de ciencias, porque estudié una carrera de ciencias, no sabría decir científicamente cómo sucede, pero creo que la música conecta con nuestra parte psicológica y nos sana. Como oyente, a mí me han sanado las canciones, y cuando escribo también lo hago para sanarme. Luego es bonito que eso que tú has escrito pueda sanar a otras personas. Es muy bonito que una terapia propia pueda convertirse en una terapia colectiva.
P: Aparte del reconocimiento del público, también ha recibido nominaciones a los premios Latin Grammy y Goya. Entiendo que el mero hecho de estar nominada es ya un premio en sí mismo, ¿no?
R: Totalmente. Creo que asumiré todo esto cuando pasen unos años. Son cosas que parecían tan lejanas que es difícil verte ahí, nominada a esos premios. Luego no nos llevamos la estatuilla, pero es lo que dices, el mero hecho de estar nominada es un premio porque quiere decir que una academia, la industria, tus compañeros, te están mirando y están valorando lo que haces. Todos conocemos esos premios, es difícil asumir que hay un hueco para ti ahí en medio. Me siento muy agradecida por todo lo que he vivido este año, y ojalá sea el principio de muchas otras cosas. De todas formas, aunque es un honor enorme estar ahí, el mayor de los premios es conectar con el público, llegar a un concierto y comprobar que hay gente que te quiere escuchar.
“ En este oficio tienes que lanzarte a la piscina; cuando publicas tus canciones nunca sabes cómo va a ser la respuesta del público”
P: Le han pasado muchas cosas bonitas en muy poco tiempo. ¿Hubo alguna que fuese un punto de inflexión en cuanto a darse cuenta del éxito que estaba alcanzando?
R: Todos los puntos han sido importantes. Si tengo que decir un momento, sería el momento de estar girando y darme cuenta de la gente que tengo cerca. Tener un equipo tan fuerte y tan grande remando a tu favor… creo que es uno de los puntos que mejor indican que las cosas se están haciendo bien. Si tuviese que elegir un momento, sería ese.
P: El año pasado ya visitó Pamplona y llenó el Teatro Gayarre. Ahora vuelve a Baluarte, un recinto con bastante más aforo.
R: Estoy con mucha ilusión. Me acuerdo perfectamente del concierto de Pamplona, me trataron genial, fue un concierto muy emocionante y tengo muchas ganas de volver. Seguir girando siempre es una alegría, pero, cuando vuelves a un lugar que te dejó un buen recuerdo, se te pone la sonrisa en la cara y ya no te la puedes borrar. Espero que la gente venga a disfrutar de nosotros. Estamos despidiendo esta gira, es una de las últimas oportunidades para verla porque está llegando a su fin. Este disco me ha traído muchísimas alegrías, pero hay que seguir adelante, creando nuevas canciones.
P: Después de un inicio de carrera tan ilusionante, ¿qué le pide al futuro?
R: Al futuro le pido poder seguir volviendo a los sitios, tener el hueco en la industria musical y en el corazón de la gente y poder seguir haciendo esto muchísimos años más. Mantenerme, es lo único que puedo pedir.
Temas
Más en Cultura
-
Ordu bata puntu-puntuan
-
Un niño daña un cuadro valorado en 50 millones de euros en un museo de Róterdam
-
El Beltza Weekend celebrará su 7ª edición los días 4, 5 y 6 de septiembre
-
Las obras de teatro 'Casting Lear' y 'El día del Watusi', favoritos a los Max de Pamplona con cuatro nominaciones cada una