El concierto se desarrolló de manera íntima y austera. En el centro del escenario, Ismael con su guitarra acústica y un micrófono de diadema, de estos que van acoplados y fijos frente a la boca, que suelen ser utilizados por los artistas que se mueven mucho por el escenario y no quieren estar atados al pie de micro. No parece que ese sea el caso de Ismael Serrano, pero sus motivos tendría. Le acompañaba, a su derecha, Jacob Sureda en el piano y programaciones. El tono fue acústico y recogido durante toda la velada. Lo cierto es que a la canción de autor le viene bien este formato, pues así se realza más la verdadera esencia de las composiciones: las letras y las melodías. Tras casi tres décadas de carrera, Ismael Serrano se ha ganado un lugar de honor en este género, a veces tan denostado; sin embargo, nunca ha querido el madrileño acomodarse en los estereotipos que rodean a la figura del cantautor, y en Baluarte volvió a demostrarlo.
Comenzaron con Esta no es una canción de desamor, que ya se ríe de algunos tópicos tristones y derrotistas. Era de su último disco, pero el artista tiene ya un largo camino escribiendo las canciones de la vida de sus seguidores, y, lógicamente, no puede obviarlas en sus repertorios, y ya de entrada interpretó un tema más añejo, Siempre a mi lado. Hasta ahí, todo apuntaba a un concierto normal, pero fue en ese momento cuando irrumpió el elemento teatral de su nueva propuesta. El cantante anunció que una chica se paseaba entre las butacas, micro en mano, para recoger las peticiones y sugerencias que el público quisiera aportar. Y llegó la interpretación y el humor: alguien pide una canción antigua para que Ismael salga por jocosas peteneras; y una asistente que adquiriría protagonismo principal, poniendo en aprietos al cantante (“tocad alguna canción alegre, por favor”), y saliendo al escenario a cantar maravillosamente lo que quedaba de concierto. Evidentemente, no se trataba de una espontánea, sino de la actriz María Pascual.
El rumbo de la actuación a partir de entonces justificó el micro de diadema, pues los dos construyeron una auténtica obra de teatro, moviéndose por el escenario, con diálogos bien construidos y mucho humor inteligente, que utilizaban para ir introduciendo las canciones. Con ese hilo argumental que trenzaban, fueron cayendo temas de todas sus épocas: Vine del norte, Cállate y baila, Burbujas de amor… Esta última es una versión del celebérrimo himno de Juan Luis Guerra, que el madrileño ha sabido llevar a su orilla hasta hacerla pasar por propia.
Hubo partes más de teatro que de concierto, pero todo fluyó con naturalidad y el público disfrutó, se rio y aplaudió. Especialmente hermosa sonó la versión que los dos hicieron, a piano y voz, de Ana, de su primer álbum. También sonaron, por supuesto, algunos clásicos: Papá, cuéntame otra vez o Vértigo. Sin embargo, el grueso del repertorio pertenecía a sus últimos discos. Y es que la canción de nuestra vida se sigue escribiendo cada día.
CONCIERTO DE ISMAEL SERRANO
FECHA: 06/10/2024
LUGAR: Baluarte
INCIDENCIAS: Concierto de presentación del último disco de Ismael Serrano La canción de nuestra vida (en pocos días publicará nuevo álbum, Sinfónico). Ismael Serrano (guitarra y voz), Jacob Sureda (piano, programaciones y dirección musical), y María Pascual (voz e interpretación).