Si la jornada del viernes demostró el poder del rock en la Ciudadela con el arranque del Iruña Rock, el sábado no se quedó atrás. La Furia abrió la tarde seguida del cuarteto guipuzcoano Ezpalak. Scila hizo retumbar las murallas de la Ciudadela; otros navarros, Iseo & Dodosound (en la imagen), pusieron a bailar a la audiencia, recién llegados de su gira americana.

Después llegó el turno de Riot Propaganda, otra alianza entre bandas, en este caso Los Chikos del Maíz y Habeas Corpus y el cierre del festival corrió a cargo de La Mala Pékora.