Mirentxu Loyarte, considerada la primera directora del cine vasco, falleció el martes 3 de septiembre a los 87 años en Pamplona, ciudad en la que nació en 1938.

La considerada primera cineasta vasca fue reivindicada hace unos años por la directora Iratxe Fresneda, que le dedicó al documental Irrintziaren ohiartzunak, en el que se explica por qué Loyarte era una desconocida para las nuevas generaciones de profesionales del audiovisual dentro y fuera de Euskal Herria. En esta película, se cuenta la trayectoria de la creadora pamplonesa, para la que el cine era una herramienta política y social de primer orden. “Es un retrato del exilio creativo de Loyarte, una de las pioneras valientes del cine europeo que permanecen en el anonimato; a pesar de sus proyectos pendientes, Loyarte nunca ha dejado de ser cineasta”, dijo Fresneda.

Fundadora del cine vasco, Loyarte estudió en el Conservatorio del Cine Francés y formó parte del movimiento que inició la producción cinematográfica vasca a partir de los 60 y que tuvo como punto de partida Ama Lur (1968), de Fernando Larruquert y Néstor Basterretxea. “En nuestra resistencia cultural hay un punto cuasimarginado, el cine; y, sin embargo, no es necesario elaborar panfleto alguno para convencer de su vital importancia (...) nosotros necesitamos ese arma”, declaró la cineasta en la revista Punto y Hora en 1977.

Dos películas

Su primera obra fue el corto Irrintzi (1978), versión filmada de un texto de Luis Iturri en la que, mezclando fotografías de la realidad vasca en la calle y coreografías en un escenario denunciaba la represión al pueblo vasco. Fue, además, uno de los primeros trabajos de la actriz Mariví Bilbao, y la dirección de fotografía corrió a cargo de Javier Aguirresarobe.

María Pilar Rodríguez, Ana Díez, Mirentxu Loyarte y Batalia Ardanaz, en febrero en la Filmoteca de Navarra. Iñaki Porto

En 1981 estrenó Euskal Emakumeok dentro de la colección de documentales Ikuska, en torno a cuatro mujeres vascas que hablan sobre su situación. Fue el último de sus trabajos cinematográficos. Posteriormente, por causas política se exilió durante unos años a Venezuela, aunque siempre estuvo en contacto con el ámbito cultural de Euskal Herria.

En febrero de este mismo 2025 compartió en la Filmoteca de Navarra una mesa redonda sobre pioneras del cine vasconavarro con la cineasta Ana Díez y la historiadora Natalia Ardanaz, moderada por Mª Pilar Rodríguez y celebrada en el marco del Festival Punto de Vista.