Pamplona - El asesinato de Laura Luelmo, la joven zamorana que salió a correr en El Campillo (Huelva), donde impartía clases, ha causado un profundo impacto en ese gran número de mujeres -cada vez mayor- que practica el atletismo de fondo, a menudo en solitario.

Esa tragedia se une a relatos que periódicamente surgen en las redes sociales, como el que el pasado mes de octubre hizo la atleta internacional Elena Loyo, que cuando se entrenaba en Murguía (Álava) fue “perseguida por un vehículo” y logró zafarse “de milagro”.

No es que, al menos en Navarra, haya surgido una psicosis con la posibilidad de agresiones machistas a las atletas que salen a correr solas, porque no existe constancia de que haya sucedido ninguna, pero sí que se nota cierta preocupación. Este periódico charló ayer con cinco de las principales atletas navarras de fondo, siempre con la misma pregunta inicial: ¿le da miedo o intranquilidad salir a correr en solitario? Éstos son sus relatos:

Sagrario Izquierdo

“De día y en sitios seguros”

Veterana atleta del Beste Iruña -y entrenadora de la nueva joya del fondo navarro, la joven y ya internacional Maider Leoz-, Sagrario Izquierdo lleva muchos años saliendo a correr, y ayer comentaba: “Yo siempre he salido con tranquilidad y nunca me he llevado algún disgusto, ni recuerdo que me hayan comentado algún caso importante en Navarra. Pero quizás es porque tomo algunas precauciones: siempre salgo de día y procuro ir a sitios en los que me sienta segura, como la Vuelta del Castillo. Y cuando voy por ahí de vacaciones me fijo bien para ir por zonas que puedan ser peligrosas. Pero, claro, hay chicas que por sus horarios salen cuando aún es de noche, y van por caminos con luz frontal. Yo no lo haría”.

Estela Navascués

“He cogido miedo por lo que ha pasado”

Tudelana afincada en Soria, y participante en el maratón de los últimos Juegos Olímpicos, Estela Navascués explicaba: “Yo admito que he cogido miedo por lo que ha pasado últimamente. ¡Manda narices que las atletas que entrenamos mañana y tarde salgamos a correr con miedo! A mí nunca me ha pasado nada, pero a veces ves algún coche haciendo algo raro, y la sensación no es nada agradable. Yo tengo un grupo de entrenamiento y nos solemos juntar todos, pero por las mañanas me toca hacerlo sola, y en Soria hay poco movimiento de gente vayas donde vayas, y te intranquiliza ir por sitios en los que estás sola. Cuando estoy en Tudela es mejor: hay mucha gente que va a pasear y corro más tranquila”.

“La vez que peor lo pasé fue por culpa de unos perros. Hace años, en Valonsadero (monte cercano a Soria que es zona natural de esparcimiento) me rodearon ocho alanos que se habían escapado de una finca y me dieron un gran susto. Yo no sabía qué hacer, porque no había nadie para ayudarme, y terminé chillándoles y tirándoles caca de vaca, que era lo único que tenía a mano. Debieron de pensar que estaba loca y me dejaron en paz. Fue hace seis o siete años, pero me acuerdo como si fuese ayer”.

Ana Llorens

“Oyes tantas cosas que te acabas preocupando”

Proveniente de la gimnasia rítmica, Ana Llorens se ha ido forjando un amplio palmarés en las diversas distancias del mediofondo y fondo navarro. Y ayer comentaba: “Yo entreno a mediodía, y nunca he tenido ningún problema, pero cuando ves casos como el de Elena Loyo, que tuvo mucha suerte de poder escaparse, o el de esta chica de Zamora, eso te hace pensar. Cuando tienes un hijo y trabajo fuera de casa es muy difícil quedar con gente para entrenar. Yo siempre entreno sola, y realmente nunca me ha pasado nada, ni me suena que en Navarra haya ocurrido algo grave, pero oyes tantas cosas que te acabas preocupando”.

maitane melero

“Lo que hace falta es educar”

Toda una vida corriendo y, a sus 35 años, en la plenitud de su carrera deportiva, con varias comparecencias internacionales, Maitane Melero indica: “Yo nunca había salido con miedo, pero cada vez voy sintiendo más inseguridad, y no sé si es porque esto va a peor o porque antes era más inconsciente. Nunca me ha pasado nada, más allá de los comentarios machistas que he tenido que aguantar muchas veces, pero empiezo a oír historias de atletas que ven a coches seguirles, y me preocupa que eso pueda pasar algún día en Navarra”.

“El temor que las atletas sentimos cuando salimos a correr es el mismo que cuando salimos a pasear o cuando volvemos solas a casa por la noche. Me da rabia que nos digan que tendríamos que hacer todo eso acompañadas, cuando lo que hace falta es educar a la sociedad para que las mujeres paseemos o corramos tranquilas”.

“En mi caso, intento siempre correr por sitios bien iluminados. Hace poco estaba oscura la zona del río de El Sadar y cambié de recorrido porque me dio un poco de apuro. Es algo que hace unos años quizás no habría hecho... Otra vez, entrenando en Tafalla, se me cruzó un coche y me monté una película mental. Seguramente no llevaban malas intenciones, pero sientes más inseguridad y más inquietud”.

Ana Casares

“No voy a dejar de salir a correr”

Aunque centrada en los últimos años en el triatlón, Ana Casares ha tenido siempre su punto fuerte en la carrera de fondo. Y ayer comentaba: “Es tremendo lo que le ha pasado a esa chica. No me cabe en la cabeza que pueda ocurrir algo así. Pero tengo muy claro que no voy a dejar de salir a correr porque haya pasado eso, aunque es obvio que estas cosas te hacen sentir cierta inseguridad”.

“Hoy (por ayer) he salido a entrenar muy temprano, cuando aún era de noche, y una de mis hijas, que había oído la noticia de Laura Luelmo, me ha dicho: “Mamá, no vayas”. Pero, ¿porqué voy a dejar de hacerlo?”.

“Yo intento ir por zonas iluminadas, y fuerte mentalmente, pensando que no va a pasar nada, pero cuando tienes que pasar por un sitio oscuro es inevitable tener un poco de inquietud”, añadía.

“Nunca he sufrido una agresión machista. Mis dos peores experiencias han sido con los perros: uno me mordió en la Vuelta del Castillo y otro, cuando iba rápida, se me cruzó en el Arga y me hice bastante daño en la caída”, comentaba.

“A mí me ha tocado oír comentarios machistas de algún obrero. Siempre recuerdo uno que estaba haciendo una casa en Gorraiz, y cada día que pasaba me soltaba alguna burrada. Que te puede molestar, pero que no te da miedo de que te vaya a pasar algo. La inseguridad es otra cosa, es eso que sientes cuando evitas zonas más solitarias o mal iluminadas, que te acaba limitando”, explica Ana Casares.

“Me da rabia esa inseguridad porque conozco mujeres, sobre todo las que están empezando, que no salen si tienen que hacerlo solas. Con lo que cuesta de por sí salir a correr y que pasen estas cosas”, concluye la triatleta navarra.