La exministra de Olimpiadas de Japón, Seiko Hashimoto, ha sido elegida este jueves como presidenta del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio, tras la dimisión la semana pasada de Yoshiro Mori ante las críticas por una serie de comentarios machistas realizados a principios de febrero.

Hashimoto, que ha presentado su dimisión en el Ministerio a primera de este mismo jueves, ha confirmado que ha aceptado el cargo y ha agregado que el primer ministro, Yoshihide Suga, le ha trasladado su apoyo, tal y como ha recogido la agencia japonesa de noticias Kiodo.

"He presentado mi dimisión como ministra de Olimpiadas al primer ministro y he sido elegida como candidata a presidenta del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio", ha manifestado tras su reunión con Suga, según ha informado el portal de noticias Japan Today.

Hashimoto, quien compitió en patinaje de velocidad sobre hielo en cuatro Juegos Olímpicos de Invierno y en ciclismo en pista en tres Juegos Olímpicos de Verano entre 1984 y 1996, logró una medalla de bronce en los celebrados en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1992 en la ciudad francesa de Albertville.

Por otra parte, Tamayo Marukawa, parlamentaria del Partido Democrático Liberal (LDP), será nombrada como nueva ministra de Olimpiadas, según fuentes citdas por Kiodo, sin que por el momento haya confirmación oficial sobre esta decisión.

Mori, quien fue primer ministro de Japón, renunció al cargo el 12 de febrero tras siete años al frente de la organización, para el que fue elegido por el anterior jefe de Gobierno nipón, Shinzo Abe.

El político levantó la polémica por una serie de comentarios realizados durante una reunión el 3 de febrero, cuando señaló que las reuniones del Comité se alargarían ante la presencia de un alto número de mujeres dado que, en su opinión, tienden a dar todas su opinión "en cuanto una de ellas levanta la mano".

Dichas declaraciones se dieron en referencia al plan del Comité de aumentar el porcentaje de mujeres en su consejo de administración del 20 al 40 por ciento, ante lo que el presidente sugirió que debería restringirse su tiempo de intervención.