madrid - La selección española femenina de balonmano, medalla de plata en el Campeonato del Mundo en Japón, tuvo ayer un gran recibimiento a su llegada al aeropuerto Madrid Barajas-Adolfo Suárez, donde le esperaban cientos de aficionados y aficionadas (la mayoría adolescentes) para celebrar su histórica actuación mundialista con la medalla de plata que estuvo a punto de ser de oro.

Con más de hora y de media de retraso sobre la hora prevista, las integrantes del combinado español, junto al cuerpo técnico encabezado por Carlos Viver, fueron apareciendo de una en una por la puerta de llegadas de la terminal 4 del aeropuerto madrileño, ante una enfervorecida afición.

Todas las internacionales salieron con una sonrisa y el reluciente metal plateado colgado del cuello, con el que posaron en la tan habitual fotografía de grupo bajo una pancarta con los colores de España y el lema ¡Felicidades Guerreras!

Después, las jugadoras atendieron a los numerosos aficionados que acudieron a recibirlas, firmaron autógrafos, se sacaron fotografías y repartieron numerosos abrazos a sus amigos y familiares.

“empezamos a ganar el oro” La internacional española de balonmano Shandy Barbosa reconoció que, tras la decepción inicial por perder la final del Mundial de Japón ante Holanda, comienzan a apreciar la medalla de plata, y que con la repercusión y el cariño que están recibiendo están “empezando a ganar el oro”, en vista a la siguiente cita.

“Estamos muy agradecidas. No esperábamos que viniera tanta gente a recibirnos, pero creo que nos lo merecemos”, señaló en la llegada al aeropuerto. “Hemos hecho historia, queremos seguir haciendo historia ahora. Espero que esto sea un comienzo”, dijo.

La selección se desplazó de Barajas directamente a la Moncloa, donde fue recibida por el presidente Pedro Sánchez. - Efe