La pamplonesa Nerea Aniz (29/03/1992) va a tener el honor de portar el brazalete de capitana del Gurpea Beti Onak en esta tercera fase de ascenso. En la primera eliminatoria que el equipo de Villava-Atarrabia vivirá ante su público. La pivote, que también vistió en su día las camisetas del Loyola y del Lagunak -los otros dos clubes navarros de la Plata femenina- ve al grupo con “confianza” para afrontar la lucha por la máxima categoría. “Motivado” ante esta nueva oportunidad de contar con un conjunto de Navarra en la elite. Algo que, para la jugadora de 29 años, sería un “sueño”.

Desde que finalizó la Liga regular, ¿cómo han sido los días previos a esta cita?

-A partir del encuentro ante Basauri, cuando nos clasificamos para la fase de ascenso, fue todo como más tranquilo. Nos quedaba Kukullaga, un partido que nos vino bien para preparar todo lo que se nos venía encima porque es un equipo fuerte, pero aún había relajación. Sin embargo, desde el pasado lunes sí se empezaron a notar los nervios. Que el partido de Bolaños estaba ahí, muy cerca, y que los entrenamientos iban a ser más intensos, conscientes de todo lo que nos jugamos.

¿Ve con confianza al equipo?

-Sí, porque hemos terminado la Liga muy bien. Al principio de la competición nos costó, había jugadoras que no entraban en el equipo, había más nervios, pero creo que, en general, todas hemos finalizado la Liga estupendamente. Eso ayuda mucho a la confianza.

Ya ha dado alguna pincelada. ¿Cómo ha vivido el vestuario esta temporada?

-Ha sido una temporada rara por la situación. Es verdad que al inicio todas teníamos la incertidumbre de si iban a suspender o no la Liga y fueron pasando las jornadas, pero también de una manera algo inconsciente. Sin pararnos a pensar realmente que era la Liga, nuestro año y que podíamos llegar a jugar la fase de ascenso. Es como si el covid te hiciera parar y no pensar tanto en todo ello. Así que al principio nos costó, ganábamos partidos por un gol y con suerte. Pero la segunda vuelta cambió. El encuentro ante Zarautz fue como el error y, a partir de ahí, la mentalidad de todas hizo click. Veíamos que la competición no se iba a suspender y que se iba a acabar. Empezamos a ser conscientes de que teníamos posibilidades de jugar la fase y que había que pelear por ella.

¿De qué modo percibe esta fase de ascenso? ¿Como un premio a la temporada realizada o como una oportunidad que no hay que dejar pasar?

-Las dos cosas. Creo que es un premio al sacrificio de este año, donde ha habido confinamientos y hemos seguido entrenando en casa. A sufrir algún positivo que, por haber estado con mascarilla o no haber venido a un entrenamiento determinado, nos hemos librado. A los viajes... Y también considero que es una oportunidad que debemos aprovechar. Este año teníamos todas las papeletas para acabar segundas al no estar Pereda, que ascendió, y éramos algo así como las favoritas. Era el momento. Ahora jugamos contra Bolaños que, a priori, parece un equipo más de nuestro nivel y tenemos que aprovecharlo.

¿Qué le parece el rival?

-De primeras, da la impresión de que es un conjunto que se asemeja más a nosotras. Un equipo fuerte y grande. Quizás algo más lentas que nosotras y por ahí podemos aprovechar. Nunca sabes hasta que no te enfrentas a ellas, pero creo que tenemos opciones reales de pasar la eliminatoria.

Y como capitana, ¿cómo alienta a sus compañeras? ¿Qué mensaje les lanza?

-Yo creo que no hace falta animarlas. Todas llevamos la motivación dentro. Pero muchas de ellas son muy jóvenes y les diría que es una oportunidad que hay que aprovechar y disfrutar. No sabes si vas a volver a jugar una fase de ascenso. Así que a aprovechar el momento, exprimirse al máximo e ir a por todas.

¿Qué supondría para usted ascender, portando además el brazalete de capitana de su equipo?

-Una ilusión muy grande. Jugar una fase es algo maravilloso ya de por sí y si encima ascendemos, estaría muy contenta. Sería un sueño.

“Esta fase de ascenso es un premio y también una oportunidad que no hay que dejar pasar”

Capitana del Gurpea Beti Onak