Los más de 30 grados que se respiraban en la plaza Sancho VI el Sabio eran lo de menos. Lo importante era estar allí. Con calor, con bochorno o con lo que fuera. El momento era histórico. Y Villava-Atarrabia respondió.

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Cientos de vecinos, muchos de ellos niños, canteranos incluso del club, vivieron con fervor el ascenso del Gurpea Beti Onak a la máxima categoría. Por primera vez en la historia, el equipo femenino del pueblo jugará en la elite. La fiesta estaba servida.

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La afición celebra el ascenso del Gurpea Beti Onak

Nadie quería quitar la mirada de la pantalla gigante que el Ayuntamiento de la localidad instaló en este enclave. Desde el minuto uno se siguió el partido ante el BM Bolaños como si de una final se tratara. Cada gol se celebraba con vítores y aplausos. Cada parada de Olaia Luzuriaga era respondida con un grito de ánimo. Cada acción defensiva que noqueaba a las rivales era vivido con entusiasmo. El partido fue muy igualado, los nervios afloraron por momentos entre los congregados, pero en ningún momento se perdió la esperanza de que este año sí, por fin, el ascenso se lograba.

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Los instantes finales se vivieron con emoción. El Beti Onak entraba en el último minuto con una ventaja que era imposible que se desvaneciera. Y quienes estaban sentados en el suelo comenzaron a levantarse. La mayoría niños y niñas con sus camisetas del Beti Onak. "¡¡Cinco, cuatro, tres, dos, uno...!!". Estallaba la locura.

LEA TAMBIÉN Los afortunados que vivieron 'in situ' el ascensoJoseba Urbiola, de 21 años e integrante de los equipos de 1ª y 2ª Nacional del club, actuó de maestro de ceremonias de la fiesta sobre el escenario en el que descansaba la pantalla gigante. Alentando, cantando, gritando... Emocionándose, porque no pudo evitar que en los ojos apareciese alguna que otra lagrimilla. "Es algo espectacular. Llevo 14 años en este club y somos como una familia. Es muy emocionante", decía.

Mikel Oteiza, alcalde de Villava-Atarrabia y exjugador del Beti Onak, confirmaba que con casi toda seguridad algún acto de homenaje se hará en el Consistorio, toca planificarlo, y también el próximo sábado en la fiesta del balonmano que se celebra en el pueblo. "Este es un deporte muy nuestro. Vivimos todo esto con mucho orgullo", decía.

Pero, para emocionadas, ellas. Miren Artola, Erika Algar, Aiala Itxaso, Irune Andión, Nahia García e Itxaso Berrogi. Niñas de entre 9 y 10 años con la camiseta del Beti, donde juegan, y veían que sí. Que es posible que algún día ellas lleguen a jugar en lo más alto porque así se lo han demostrado las que ayer subían de categoría.