madrid - La Asamblea General Extraordinaria de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) aprobó ayer el nuevo modelo de competición para el fútbol femenino, por mayoría absoluta, con la abstención del vigente campeón de la Liga Iberdrola, el Atlético de Madrid.

Con 94 votos a favor, uno en contra y dos abstenciones quedó aprobado el nuevo modelo con el que la RFEF pretende promover la consolidación del fútbol femenino español y que éste sea en un plazo de 6 años el deporte más practicado entre niñas y jóvenes.

Cuatro son los ejes que vertebran esta renovada apuesta del ente federativo por el fútbol femenino: “Proteger el impulso de las selecciones españolas”, “fomentar el fútbol de base”, “ayudar a los clubes que apuestan por el fútbol femenino” y “contribuir a su profesionalización” a través de un nuevo plan estratégico, según explicó el secretario general de la RFEF, Andreu Camps.

Con esta transformación, el fútbol femenino español constará de dos divisiones, de libre adscripción.

La primera es clasificatoria para las competiciones europeas, estará integrada por entre 8 y 16 equipos y constará de tres competiciones (Liga, Copa y una novedosa Supercopa).

La segunda tendrá entre 8 y 32 equipos, divididos en dos grupos por criterios de proximidad geográfica.

“En una fase posterior se competirá en dos grupos, uno por la fase de ascenso y otro por la fase de descenso. Se plantea un modelo de liguilla entre los clasificados de la primera fase en cada uno de los grupos en igual número”, informó la RFEF en un comunicado.

Para acceder a la División Primera, presentada ayer con un “Nombre A”, modificable por cuestiones comerciales, “se priorizará según la clasificación deportiva obtenida en la presente temporada, según los resultados para la Primera División Femenina y, si quedaran vacantes, por el orden de clasificación en Segunda División”.

Los clubes deberán adquirir una Licencia RFEF y formalizar el contrato, disponer de entre 18 y 22 jugadoras y contar con una infraestructura administrativa, deportiva y equipamientos mínimos suficientes.

A través de este modelo, la RFEF confía en “garantizar el máximo nivel competitivo, que el fútbol base esté debidamente apoyado, fijar mecanismos que permitan una adecuada solidaridad en el fútbol modesto y garantizar el equilibrio financiero”, lo que pasaría por conseguir la autosuficiencia de la competición además de proteger “deportiva, profesional, humana y educativamente a las jugadoras”.

Luis Rubiales agradeció al Athletic y al Barcelona su postura de mantenerse “conforme a los estatutos de FIFA y UEFA” y de trabajar en el desarrollo del modelo en reuniones donde había “14 sillas vacías” -los restantes equipos de la máxima categoría-.

El presidente de la RFEF explicó asimismo que el Atlético de Madrid cambió su visión sobre este proyecto. “Hubo un momento en el que por el bien del fútbol han tenido la generosidad de querer entender lo que estamos haciendo e involucrarse.”, remarcó. - Efe

Novedad. Con este nuevo formato se potencia la profesionalización de las jugadoras de élite y se apoyará a los clubes más modestos.

Objetivo. La RFEF pretende que, en 6 años, este deporte sea practicado mayoritariamente por niñas y jóvenes de menos de 14 años y se establecerá protección social y condiciones mínimas para las jugadoras que participen.

Competición. El fútbol femenino constará de dos divisiones. La primera, clasificatoria para las competiciones europeas, estará integrada por entre 8 y 16 equipos y constará de tres competiciones (Liga, Copa y Supercopa). La segunda tendrá entre 8 y 32 equipos, divididos en dos grupos por criterios geográficos.