MADRID. El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) ganó este domingo el Gran Premio de México, decimoctava cita del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, aunque el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes) finalizó en la tercera posición y retrasó así la consecución del sexto título para su compañero.

Por su parte, el español Carlos Sainz (McLaren) concluyó decimotercero sobre el Autódromo Hermanos Rodríguez, donde salía séptimo de una parrilla vitoreada por el público. Los prolegómenos, con interpretación incluida del himno nacional, estuvieron sazonados por mucha gente enmascarada, réplicas de La Catrina y multitud de disfraces relacionados con el inminente Día de Muertos.

Todo ello fue mal augurio para Max Verstappen, que tuvo un arranque accidentado a bordo de su Red Bull. Al apagarse los semáforos en Iztacalco, parecía que el neerlandés seguía tan enfadado como en la víspera, habiendo sido despojado de la 'pole position' por una sanción.

Así, Verstappen tocó su coche en la salida con el de Hamilton. El inglés había comenzado bien, aunque siendo cerrado por un Vettel agresivo. Por delante de ambos, el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) aprovechó su primera posición en parrilla para acelerar sin problemas.

De inmediato, en la curva nº 2, fue cuando Verstappen se emparejó con el líder del Mundial y tuvieron ese percance; el neerlandés hizo un recto por el césped y bajó ritmo, a la vez que Sainz llegaba a la altura del propio Hamilton. Y, aunque el madrileño apretó, éste acabó cediendo sitio.

Pasados ya los sustos grandes, Verstappen luchaba por las posiciones de atrás y los más 'gallitos' aguantaban arriba sin movimientos muy destacables. Entró entonces en escena la estrategia de repostaje y de elección de neumáticos que utilizase cada escudería.

Los seis primeros de la parrilla habían empezado con medios, mientras que los pilotos de la 'clase media' habían optado por blandos. A la larga, el asfalto mexicano demostró que las gomas medias y también las duras funcionaban mejor que las blandas, lo cual castigó a Sainz en el resto del día.

Sin verse ningún 'safety car', excepto el virtual de la primera vuelta tras el pequeño choque de Verstappen con Hamilton, la carrera se decidió en favor de Mercedes por un 'undercut' lanzado desde muy lejos. Una única parada en 'boxes' fue suficiente para que el inglés rebasase a Vettel, a Bottas y a Leclerc.

De ellos tres, el germano perdió mucho tiempo en la vuelta 36 al doblar a Sainz. No en vano, el madrileño estaba en plena batalla con el Toro Rosso conducido por el francés Pierre Gasly. El otro Ferrari desarrolló una estrategia a dos paradas, viéndose perjudicado en la segunda de las mismas; lentitud para un Leclerc, de nuevo, sin suerte.

Hamilton, con templanza para imprimir un ritmo elevado y no verse sorprendido, también adelantó con sus planes a Bottas e incluso rozó el título matemático cuando el finlandés no ocupaba ninguno de los cajones del podio.

Finalmente, Leclerc cedió su tercer lugar a Bottas por esa segunda mala parada. Con ello, se disiparon las dudas en torno al sexto Mundial de Hamilton; éste, al menos, tendrá que esperar otra semana más para ser certificado.