- El deporte navarro pasa también por un momento crítico. La incertidumbre sobre la reanudación de las diferentes competiciones, las condiciones en las que se podrá llevar a cabo y, sumado lo uno y lo otro, el fuerte impacto económico en unas finanzas ajustadas al máximo, ponen en riesgo la viabilidad de los proyectos. En palabras concluyentes de uno de los asistentes a la reunión telemática mantenida ayer por la mañana por el Gobierno con doce clubes del primer nivel "el deporte navarro está en la UCI".

Un escenario complicado que ayer desmenuzaron de primera mano a la consejera de Cultura y Deportes, Rebeca Esnaola, a la que solicitaron medidas que ayuden a paliar esta crisis que se anuncia; la responsable del departamento, a su vez, informó de que el Instituto de Deporte trabaja en la búsqueda de fórmulas que alivien el impacto provocado por la pandemia y poder salvar esta temporada.

Los clubes que tomaron la palabra fueron Anaitasuna, Pamplona Atlético, Basket Navarra, CD Xota, Ribera de Navarra, Osasuna Femenino, Beti Onak (balonmano femenino), Ardoy (baloncesto femenino), Hielo Huarte. Waterpolo Navarra, Waterpolo 9802 y Arga (béisbol). También estaban conectados el director del Instituto de Deporte, Miguel Pozueta, y el subdirector, Primitivo Sánchez.

En intervenciones de unos cinco minutos, la mayoría de los clubes realizaron una exposición similar en cuanto a las dificultades que afrontan, aunque en contextos diferentes, ya que unos han terminado la competición, otros no la han concluido y algunos, como el atletismo, esperan el inicio de la temporada de verano. Todos ellos ven en peligro su financiación (de hecho algunos de los que tienen profesionales en sus plantillas han aplicado ERTE), sobre todo por la pérdida o ausencia de patrocinadores.

Dentro de lo que está en su mano, el Gobierno foral ofreció "flexibilidad" en las convocatorias de ayudas. Parte de la inquietud de los clubes radica en saber si, por el aplazamiento o suspensión de los planes por los que percibían esa subvención, llegarán cobrar, de no completarse esos capítulos, el cien por cien de las mismas (ahora habrían recibido ya alrededor del 80%). Un asunto que depende del visado de intervención.

Siendo todos los escenarios complejos, llamó la atención de los citados la petición de auxilio de Basket Navarra, cuya situación fue calificada de "crítica" por quienes no estaban al tanto de sus estrecheces. Un proyecto que corre un serio riesgo de echar el cierre si no encuentra ayudas económicas en forma de patrocinadores.

La consejera se comprometió a estudiar la situación y puso sobre la mesa la posibilidad de abrir el Navarra Arena para algunas de las disciplinas que más público arrastran, que en el caso del Xota, por ejemplo, oscila entorno a los 2.500 espectadores por partido. La capacidad del pabellón multiusos para acoger a unos diez mil espectadores, permitiría que se jugaran los encuentros con público y guardando las distancias recomendadas.

Al hilo de una previsión de aperturas de recintos, el Pamplona Atlético pidió que se valorara la posibilidad de abrir las instalaciones deportivas para los entrenamientos de los deportistas de alto nivel antes de para el resto de la población.

La implicación del Gobierno foral para aliviar esta situación en los próximos meses es decisiva. Pero hay que tener en cuenta los antecedentes y es que en los dos últimos años la partida destinada al Deporte ha sufrido un recorte, ya que frente a los 17,1 millones presupuestados en 2019, en las Cuentas de 2020 se ha reducido a 14,1 millones (un 0,32% del Presupuesto total).