- Javier Lacunza Abecia (Pamplona, 15/08/1994) anotó 43 puntos en la victoria del Valle de Egüés ante el Easo Bodegas Muga (70-77). El ala-pívot, al que "le entraron todas" fue fundamental en la segunda victoria del equipo en Liga EBA tras un inicio de temporada muy complicado, en el que tan solo han podido disputar cuatro partidos a causa de la pandemia. Lacunza, que comenzó a jugar a baloncesto en el Sagrado Corazón, afronta su tercera campaña consecutiva en el Egüés después de haber jugado en Basket Navarra, Agustinos León y en el Florida Atlantic Owis.

Victoria con 43 puntos, 9 rebotes y 49 de valoración. Vaya forma de empezar el año, ¿no?

-Bueno, hoy (por ayer) han entrado, pero lo importante era ganar. Cuando te sale todo de esta manera, claro que acabas el partido muy contento y sobre todo cuando consigues la victoria. Veníamos de unos partidos un poquito más flojos, de perder los dos últimos y sabíamos que era vital empezar el año bien. Lo necesitábamos como el agua. Era un día clave, llevábamos mucho sin jugar y lo hemos conseguido sacar adelante.

Se encuentra usted a un gran nivel pese a la falta de partidos.

-Venía de jugar unos encuentros en los que no estaba muy acertado. Estaba un poquito ansioso después de tantos meses sin jugar. Me había preparado durante el verano y estaba con muchas ganas de hacerlo bien. Y bueno, a partir de Año Nuevo me lo he tomado con bastante más tranquilidad y con la intención de disfrutar y ganar. Y así es como suelen salir las cosas, cuando te juntas para pasarlo bien con los compañeros.

El partido ante el Easo Bodegas Muga ha sido muy igualado (70-77).

-Sí. Al principio ha estado reñido, luego hemos sacado un poco de ventaja en el segundo cuarto y nos hemos llegado a poner más 13. En el tercer cuarto, ellos han salido como motos, han empezado a meter triples, han estado muy acertados y nos han recortado. Al final, hemos empezado los últimos diez minutos empate y así hemos estado hasta que quedaba un minuto y medio. Ahí, hemos anotado un par de canastas y hemos defendido muy bien, robando tres balones. Eso es lo que nos ha permitido ganar.

Era clave volver a vencer en una temporada extraña, con muchos partidos aplazados.

-Está siendo un año muy raro y en especial para nosotros, que hemos tenido muy mala suerte. Estamos en enero y este ha sido el primer partido que jugamos fuera. Habíamos jugado solo tres encuentros este año, el equipo que menos. Por mala suerte, estuvimos varios con la covid-19 al principio y luego también hemos tenido que aplazar varios partidos. Hemos realizado como varias pretemporadas dentro del mismo año porque no conseguíamos arrancar. A ver ahora si encadenamos varios partidos seguidos y si seguimos haciendo equipo. Tenemos gente nueva y jugadores jóvenes que están aportando un montón y necesitamos encadenar varios partidos seguidos.

¿Cuál es el objetivo del equipo en esta temporada?

-Bueno, pues lo típico (risas). Desde luego que la salvación es lo más importante y, luego, ya veremos que podemos conseguir. Lo fundamental es la salvación y más en un año tan complicado. Pero bueno, está siendo un año muy difícil, no hay favoritos y cualquiera puede dar la sorpresa, que al final es lo bonito. Hay mucha igualdad y los partidos son por lo general muy reñidos. Entonces, intentaremos salvarnos y luego ya se verá.

A nivel personal, ¿qué le pides a este 2021?

-Tranquilidad y la mayor normalidad posible. Venimos de un año muy complicado y todavía nos queda un tiempo hasta que la vacuna de resultado, pero espero poder seguir disfrutando del baloncesto, de mis compañeros y del equipo.

Empezó usted a jugar en Sagrado Corazón. ¿Cómo fueron sus primeros pasos en el baloncesto?

-También muy normal. Yo jugaba a fútbol, mis amigos se apuntaron a baloncesto y me animé con ellos. Quería estar con ellos, era alto y dije: "vamos a probar". Pero era sobre todo por estar con mis amigos.

Después fue a Estados Unidos. ¿Qué le aportó esta experiencia en el extranjero?

-Sí. Estuve en dos etapas. En 1º de Bachillerato, mis padres me mandaron a una casa de intercambio a aprender inglés. Ahí descubrí lo que era el baloncesto universitario y lo que movía este deporte en Estados Unidos que es una auténtica barbaridad. Decidí que quería intentar conseguir una beca para ir a la Universidad allí y tuve la suerte de poder estudiar en Florida Atlantic Owis. Fue una experiencia dura, donde tuve momentos buenos y malos, pero no lo cambiaría por nada. Esto me ha permitido tener un buen nivel de inglés, una carrera, disfrutar del deporte a un alto nivel y la verdad es que he aprendido mucho. En cuanto al baloncesto, ha sido una experiencia increíble. Estábamos ya a las puertas de la NBA y había jugadores con un físico y un nivel tremendo.

Usted llegó a la preselección para el Mundial sub-19 de 2013, donde coincidió con jugadores de la talla de Willy Hernángomez.

-Sí. Estaban también Edgar Vicedo, Darío Brizuela o Alberto Díaz, gente de muchísimo nivel. Fue un mes de concentración que lo disfruté mucho. Creo que ha sido de lo que más he disfrutado yo a nivel de baloncesto porque jugar con la selección había sido mi sueño desde pequeño. Justo ayer en Easo estaba el director técnico, el que se encargaba un poco de la gestión de los viajes, la ropa y todo eso. Ahora, está en el cuerpo técnico de Easo y era la primera vez que lo veía desde que me dijeron que no podía ir al Mundial en el último corte, a falta de cuatro días. Él me llevó hasta la estación de tren. No le había visto desde entonces y me ha hecho una ilusión tremenda. Hoy se lo he agradecido porque era un momento en el que yo lo estaba pasando un poco mal y en esa experiencia con la selección volví a recuperar la ilusión por el baloncesto.

Volvió a España y estuvo dos años en LEB Plata, en Agustinos y en Basket Navarra.

-Mi año en Agustinos fue muy interesante, con mucha gente joven e hicimos un año muy bueno con Ángel Jareño de entrenador, con el que mantengo una gran relación. Después, me apetecía mucho ir a Pamplona y estuve en Basket Navarra mientras hacía un máster. Las horas me encajaban y pude hacer las dos cosas sin problemas.

Lleva ya cuatro temporadas en el Valle de Egüés. ¿Se ve muchos más años en el club?

-Sí. Ahora lo principal es el trabajo. Conseguí una buena posición laboral y ahora estoy disfrutando del baloncesto. En el Egüés estoy con Fer (Larraya), que ya me entrenó en el colegio, estoy jugando con Álex Calvo, uno de mis mejores amigos, conozco a casi todos desde siempre y es una gozada. Vas a entrenar, te picas y disfrutas un montón. La verdad es que me veo muchos años aquí. Algo muy raro tendría que pasar para que esto cambie.