Con la crisis, aunque también para alimentarnos de forma más sana, cada vez se cocina más en casa. Este espacio primordial de la casa puede ser equipado con muchos electrodomésticos, pero mejor empezar por los que sirven para cocinar. Gas, vitrocerámica o inducción. ¿Cual es mejor? ¿Cual gasta más? ¿Cual es más rápida? En definitiva por qué tipo de cocina debo apostar. Todas tienen muchas ventajas y algún inconveniente. Estos son sus pros y sus contras.

Vitrocerámica

Las placas vitrocerámicas son actualmente las más instaladas por su sencillez y funcionalidad.

  • Son más fáciles de limpiar que las cocinas de gas, y estéticamente más atractivas que los fogones.
  • La instalación es más sencilla que las de gas, ya que solo se necesita la instalación eléctrica.
  • Son compatibles con cualquier tipo de olla y sartén y conservan el calor residual.
  • Existe gran variedad de modelos, estilos y precios de vitrocerámicas, y a precios muy asequibles.
  • Conservan el calo residual aunque sin llegar a la eficiencia de las de inducción.
  • Su expansión las ha convertido en cocinas relativamente baratas, la mitad que las de inducción.

Sus mayores pegas son la lentitud con la que se calientan y que el consumo de electricidad de la placa vitrocerámica es mayor. La limpieza puede ser complicada cuando se carbonizan algunos restos que hacen incluso que se llegue a pegar las cazuelas. Su limpieza requiere productos específicos para evitar que se raye.

Placa vitrocerámica. Freepik

Cocinas de gas

Su gran potencia y rapidez de alcanzar altas temperaturas son dos de sus cualidades más apreciadas. Por eso están en la mayoría de los restaurantes: por su calidad y su ahorro. Es muy apreciada por quienes valoran la calidad culinaria y la cocina tradicional. Algunas texturas sólo se logran con este tipo de cocina.

  • Se calientan rápidamente, tienen más potencia inicial y en todo momento se tiene un control de la temperatura.
  • Son más económicas debido a que utilizan gas natural, sobre todo en el caso de restaurantes donde los fogones están constantemente encendidos.
  • Son compatibles con cualquier tipo de olla y sartén y se pueden utilizar más recipientes.

Por contra estas cocinas tienen más problemas de seguridad en los hogares: el gas es más peligroso. Requiere un mantenimiento constante y por parte de profesionales. Además y que ensucian más que las otras y su limpieza es más compleja. Por otra parte, si no se cocina mucho, el ahorro que supone no es tan significativo con respecto a los otros sistemas.

Cocina de gas. Freepik

Cocinas de inducción

Las placas de inducción son más modernas, crean un campo magnético que al entrar en contacto con el recipiente produce energía calorífica y lo calienta.

  • Las cocinas de inducción consume hasta un 20% menos de electricidad que la vitrocerámica, por lo que es más eficiente y nos ayudará a ahorrar energía.
  • Se calientan rápidamente.
  • Son las más eficientes y seguras, y evitan que se pegue la comida.
  • Son más seguras al utilizar tecnología más fría, sobre todo en casas con niños. Por su sistema de calentamiento mediante electroimán, es la propia sartén la que se calienta.
  • Son fáciles de limpiar ya que no dejan cercos ni manchas de grasa.

La gran desventaja de este sistema es que son las más caras ya que necesitan una fuerte inversión inicial. La amplitud de la oferta en el marcado las ha abaratado mucho en los últimos tiempos. También necesita unas cazuelas compatibles y no puedes utilizar cristal, cerámica o aluminio.

Placa de inducción. Freepik

Consumo y coste

Los tres tipos de cocina tienen sus propias ventajas e inconvenientes, siendo el consumo algo esencial. A modo de comparativa podemos decir que:

La placa vitrocerámica es la cocina que más consume y la que necesita más tiempo para calentar. Por otro lado, son los equipos más baratos en cuanto a inversión inicial.

Las cocinas de gas calientan rápido y el coste del gas es, hasta ahora, menor que el de la electricidad. Son equipos baratos, pero no tanto como las vitrocerámicas.

La inducción es el sistema más eficiente, calienta rápido y su consumo energético es bajo. Pero son equipos más caros que el resto de tipos de cocinas.

Los expertos de las marcas fabricantes apuestan por la inducción en el caso de tener poco tiempo para cocinar por su rapidez y destacan su seguridad si hay niños o personas con limitación de movilidad.

También destacan que el gas cada vez se usa menos en los hogares convencionales en las ciudades.

Y reconocen que en las equipaciones de cocina nueva o reforma, ocho de cada diez cocinas ya son de inducción, sistema que ha ido arrinconando a cazuelas de barro, cristal y otros materiales tradicionales.

Para decidir qué tipo de placas te interesa más deberás valorar tus circunstancias concretas, cuánto y para cuántos vas a cocinar y el tipo de cocina que vas a realizar. Además de tener en cuenta el ahorro inmediato en forma de combustible más barato o a largo plazo tras una inversión inicial más cuantiosa en el caso de la inducción.