Pamplona. La Dirección de Iongraf (Villava) ha comunicado al comité de empresa que la planta se encuentra abocada al cierre. Lastrada por la falta de pedidos, la planta de anodizado de aluminio da empleo en la actualidad a unas 32 personas, tras haber despedido a una veintena durante pasado mes de junio.

La crisis del sector inmobiliario, que ha recortado drásticamente la facturación de la empresa, ha resultado el detonante de una decisión que puede suponer el fin a casi 45 años de actividad en Villava. La empresa argumenta la imposibilidad de continuar adelante con la actividad y ha solicitado al comité de empresa la apertura de un proceso de negociaciones para abordar el cierre. El objetivo de la empresa es alcanzar un acuerdo con la representación social y acudir con éste a a la Dirección General de Trabajo. El sindicato LAB, con dos de los cinco representantes en el comité de empresa (los otros tres corresponden a CCOO) ya ha anunciado que no está dispuesto a negociar en estos términos.

Los problemas de Iongraf se remontan a comienzos del año pasado, cuando el frenazo del sector inmobiliario redujo su principal actividad de la empresa, centrada en el anodizado (proceso químico de oxidación forzada para crear una capa protectora) de aluminio para puertas y ventanas. Además del sector constructor, Iongraf recibía también pedidos de la automoción, la industria naval, la defensa y la energética. Estos problemas desembocaron en junio en la presentación de un ERE para 14 personas. Junto a diferentes salidas, la plantilla de la empresa se ha reducido de las 52 personas de entonces a las 32 con las que cuenta en este momento, con una decena de jubilados parciales. Al no haberse recuperado la producción, la empresa plantea ahora el cierre. En 2007, el número de empleados llegó a alcanzar los 65, pero en junio del año pasado, el comité ya advirtió de que los despidos eran el paso previo al cierre de la empresa.

El sindicato LAB considera que es el equipo directivo y propietario de la empresa el que "ha provocado el paulatino deterioro de la empresa" y cree que ha dejado morir la planta. "Se han preocupado solo en sacar la máxima rentabilidad económica en el corto plazo sin más miras que el reparto de dividendos, sin ánimo de apostar por la continuidad de esta planta, y por tanto, sin acometer, las necesarias inversiones, ni potenciar la red comercial en la búsqueda de clientes", explicó el sindicato en un comunicado.

la entrada de sodena La propiedad de Iongraf se encuentra en manos de Epsilon 5, una sociedad participada en un 16,6%, por la sociedad pública Sodena, que en 2007 invirtió 1,75 millones de euros en una operación cuyo objetivo era, entre otras cuestiones, afianzar la histórica planta de Villava.

La entrada de Sodena en Epsilon permitió la adquisición de la empresa alavesa Recubrimientos Orgánicos, S.A. (Saro), cuya actividad consiste en el lacado de perfiles no sólo de aluminio, sino de otros materiales. La parte del pago aplazado del precio por la operación de compra de Saro contó con el aval correspondiente, aprobado por el comité de riesgos de Caja Navarra.

Sodena explicó que el objetivo fundamental de esta inversión, además de afianzar la planta de anodizado de aluminio de Villava, era la constitución en Navarra del mayor grupo del sector del acabado del aluminio en España, en sus dos posibilidades de acabado y también del primer grupo nacional en cuanto a presencia en Francia, con la incorporación de Saro. Sodena anunció también que contaría con un representante en el Consejo de Administración de Epsilon 5, sociedad cabecera del grupo.

Iongraf lleva ubicada en Villavadesde 1966 y cuenta con unas instalaciones de más de 6.700 metros cuadrados, que en sus momentos de mayor actividad le permitían tratar unas 2.600 toneladas anuales de aluminio. Esto significaba que unos ocho camiones semanales cargaban sus productos en la empresa. La empresa cuenta con tecnología propia que le ha permitido desarrollar a lo largo de su historia una serie de productos y procesos protegidos por patentes