MADRID. En dicha memoria, la compañía se compromete a cumplir con los principios básicos de "universalidad, voluntariedad y no discriminación" y justifica su decisión por la situación que atraviesa la compañía en el país y la necesidad de ajustar costes sociales. Además, se garantiza que durante ese tiempo no se producirá ningún otro ERE, ni despido masivo de trabajadores.

En cualquier caso, y a petición de los sindicatos mayoritarios, el proceso se extenderá por un periodo de cinco años, al igual que el convenio, en lugar de los tres años anunciados el pasado mes de abril por el presidente de Telefónica España, Guillermo Ansaldo, quien anunció que el recorte podría afectar a un 20% de la plantilla.

De esta forma, una vez la memoria se presente mañana al Ministerio de Trabajo, los sindicatos tendrán un plazo máximo de un mes para negociar con la empresa, aceptar las condiciones del ERE y remitirlo de nuevo a la autoridad laboral para que este decida si el proceso se ajusta a la legalidad.