madrid - La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, expuso ayer en el Spain Investor Day que la transformación energética de España necesitará movilizar inversiones de más de 200.0000 millones de euros en la próxima década, lo que tendrá un impacto en el PIB de 15.000 a 25.000 millones por año entre 2021 y 2030.

Del total de inversión, entre el 40 y el 42% corresponde a medidas de eficiencia energética, el 45% a renovables, el 12% a redes y electrificación y entre el 1 y el 3% a otras medidas. No obstante, Ribera señaló que es fundamental recuperar la confianza de los inversores que se vieron sorprendidos por el recorte de primas a las renovables en 2013, para lo que el Gobierno les ha propuesto mantener para sus proyectos una rentabilidad del 7,4% en los próximos doce años.

En una disposición incluida en el anteproyecto del que fija la rentabilidad razonable para las renovables, “se les ofrece mantener la rentabilidad actual y no la que será un poquito más baja a partir de 2020”, destacó Ribera, al tiempo que aseguró que la transición energética es una manera muy importante de modernizar la economía, ser más eficientes, mejorar la balanza exterior y generar empleo de calidad. Además, facilitará una mejor posición de la actividad industrial asociada a unos precios energéticos predecibles, estables y a la baja.

país donde invertir Pero esta transformación energética requiere maximizar las inversiones en eficiencia, lo que tiene que ver “con nuestro parque edificado, pero también con la necesidad de facilitar el paso hacia un modelo totalmente renovable”, comentó Ribera, para quien España es un buen país para invertir porque es “estable, serio y tiene una voluntad clara de modernizar su economía”.

Asimismo, apuesta por la innovación, la eficiencia, quiere recupera la plena confianza en sus capacidades y cuenta con un mercado laboral enormemente cualificado y con empresas de tamaño y experiencia y solvencia muy destacadas. “Estamos en un excelente momento para apostar por España”, apuntó. - Efe