valencia - CaixaBank cerró 2018 con un beneficio de 1.985 millones de euros, un 17,8% más que el año anterior, después de un ejercicio en el que mejoró sus márgenes, redujo sus provisiones y sus activos problemáticos de forma decisiva y en el que también incrementó su rentabilidad. Con estos resultados, muy mal recibidos por la Bolsa, la entidad confía en mantener su retorno para el accionista en el entorno del 4,7% que ha ofrecido durante los últimos doce meses. Lo hará, eso sí, a través de un dividendo único, en lo que supone “un ejercicio de prudencia”, explicó la entidad.

“Estamos muy orgullosos de lo que hemos logrado, especialmente por el contexto en el que ha sucedido”, explicó Jordi Gual, presidente de la entidad, en referencia a las dificultades de un mercado con bajos tipos de interés y en plena transformación tecnológica. Gual destacó que los indicadores de rentabilidad se sitúan ya por encima de los costes del capital y que la morosidad cayó de forma más que sensible, hasta el 4,7%, desde el 6% en el que había terminado el año anterior.

Con estos resultados, la entidad da por concluido el Plan Estratégico 2015-2018, un periodo en el que ha duplicado ampliamente su resultado (de 814 a 1.985 millones) y en el que ha mejorado su rentabilidad sobre recursos propios desde el 4,3% hasta el 9,3%, menos de la mitad de la que disponía antes de la crisis. Ya con 15,7 millones de clientes, la entidad ha incrementado en este tiempo sus cuotas de mercado en nóminas, hasta el 26,8%, su presencia en la gestión a largo plazo (21,8% del total) y su penetración en la banca digital, con un 32% de cuota. Indicadores “que confirman el liderazgo comercial”, manifestó el presidente y que reflejan también un mercado bancario cada vez más concentrado en España. En Navarra, CaixaBank mantiene una cuota de mercado cercana al 33% tanto en lo que al ahorro como a los créditos se refiere. España aportó la mayor parte del beneficio de CaixaBank (1.605 millones), si bien la entidad con sede en Valencia, donde ayer se presentaron los resultados, se benefició de la aportación del banco portugués BPI (262 millones, cien más que el año anterior) que ya controla al 100%.

Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, atribuyó la mejora de los resultados al “incremento de los ingresos recurrentes” y al saneamiento del balance”, dos condiciones indispensables para que la entidad comience a recuperar “terrenos razonables” de rentabilidad para continuar siendo “un negocio sostenible”. Pero el entorno, explicó Gortázar, sigue siendo muy complejo, también por el cambio de las costumbres de unos clientes cada vez con mayor capacidad para elegir. “Tenemos que invertir para adaptarnos y ganar la batalla por el servicio y la satisfacción del cliente”, dijo Gortázar, quien recordó los cerca de 250 millones de euros invertidos en la transformación de la red de oficinas, cada vez más concentrada en oficinas grandes.

La mejora de la actividad comercial, con un crecimiento del 9% en el último trimestre en el sector hipotecario, logró, junto al ahorro de costes en la financiación institucional, que el margen de intereses ascendiera a 4.907 millones (un 3,4% más respecto a 2017). Junto a ello, los ingresos por comisiones alcanzan los 2.583 millones, un 3,4% más respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Por un lado, descienden un 2,2% las comisiones bancarias; por otro, las comisiones de fondos de inversión, carteras y sicav aumentan un 12,6% por el incremento del patrimonio gestionado durante los primeros nueve meses del ejercicio, si bien la volatilidad de los mercados ha incidido negativamente en la evolución del patrimonio en el cuarto trimestre, en el que las comisiones por este concepto disminuyen un 2,8%. “Pocas entidades europeas -dijo Jordi Gual- pueden mostrar unos niveles similares de ingresos y rentabilidad”.

Por otra parte, la ratio de eficiencia del Grupo CaixaBank -acumulado 12 meses y sin incluir gastos extraordinarios- se sitúa en el 52,9%. La ratio de eficiencia core -gastos de explotación recurrentes entre ingresos core- mejora 3,5 puntos porcentuales en los últimos tres años, hasta el 56,4%. Junto a ello, el coeficiente de capital de la entidad se mantiene en un 11,7%, una posición que Jordi Gual calificó como “cómoda”, a pesar de que el regulador insistió en los últimos meses en la necesidad de que las entidades mejoren estos indicadores.

vender el negocio inmobiliario La operación de saneamiento más importante se acometió en el segundo trimestre el año, cuando CaixaBank acordó vender su negocio inmobiliario (principalmente la cartera de activos inmobiliarios disponibles para la venta a 31 de octubre de 2017, así como el 100% del capital social de Servihabitat) a una compañía de nueva creación propiedad en un 80% de Lone Star y en un 20% de CaixaBank. Tras la formalización de esta operación y la intensa actividad comercial del año, la cartera de adjudicados netos disponibles para la venta se sitúa en 740 millones (-5.138 y -4.606 millones en el año y en el trimestre, respectivamente). Con todo ello, el negocio inmobiliario no estratégico ha generado un resultado negativo de 530 millones en 2018.

En el Grupo, el crédito bruto a la clientela se sitúa en 224.693 millones y se mantiene estable (+0,3% en el año). La cartera sana crece un 1,8% en 2018 (vs -1,2% en el año 2017, excluyendo la aportación de BPI), hasta los 213.962 millones. En la evolución de la cartera sana en el año destaca el impulso del crédito al consumo en España (+19%) y la financiación a empresas -sectores productivos expromotores-, que aumenta un 6%. El crédito sano para la adquisición de vivienda (-2,3% en el año y -0,7% en el trimestre) sigue marcado por el desapalancamiento de las familias y en el cuarto trimestre por el efecto estacional de amortizaciones de final de año, si bien las caídas del saldo crediticio se reducen. De hecho, la nueva producción del crédito hipotecario mejora un 9% respecto a 2017.

Por su parte, los recursos de clientes crecen hasta los 358.482 millones, un 2,6% más a cierre de ejercicio, disminuyendo un 1,4% en el cuarto trimestre, especialmente impactado por la evolución negativa de los mercados. De ellos, los recursos en balance alcanzan los 259.423 millones (+4,8% en 2018 y +0,3% en el trimestre), con un crecimiento anual del 9,8% del ahorro a la vista, hasta los 174.256 millones. En la evolución del cuarto trimestre (+1,3%) incide el efecto estacional asociado a las pagas dobles.

250 millones para la red de oficinas urbanas en tres años. El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, anunció una inversión de 250 millones para mejorar y ampliar su red de oficinas urbanas Store durante los próximos tres años, y se comprometió a “no abandonar los pueblos” y a mantener la red de oficinas rurales, pero en algunos casos con menos personal.

Venderá el 3,6% que posee de Repsol. La entidad posee el 3,6% de Repsol, una participación que venderá “gradualmente”.

LAB y ELA denuncian que CaixaBank “paga con un ERE el trabajo hecho por la plantilla para que el banco incremente sus beneficios”. Ambos sindicatos emitieron ayer un comunicado en el que recordaron que CaixaBank ha multiplicado por 8,6 los beneficios entre 2012 y 2018, “principalmente, por el trabajo hecho por la plantilla”. LAB y ELA criticaron que la forma que tiene la empresa de “agradecer a la plantilla el esfuerzo para salir de la crisis y obtener tantos beneficios es despedir y dar otra vuelta de tuerca a las condiciones laborales”. CaixaBank anunció la extinción de 106 contratos en Navarra.

El cierre de oficinas no se concreta. LAB y ELA rechazaron el “argumento sesgado de la entidad del uso de la digitalización como razón para cerrar oficinas”. Señalaron que “si en el Estado hay un empleado por cada 249 habitantes, en Alemania por cada 132”. Advirtieron de que se van a cerrar oficinas “en pequeños núcleos de población” y que “los clientes van a perder calidad en el servicio”. Por todo ello, exigieron a la entidad que retire el ERE.

-7,22

La Bolsa castigó a CaixaBank, con una caída del 7,22%, ya que la entidad no cumplió las expectativas de los inversores, que preveían que superara la barrera de los 2.000 millones de beneficio.