PAMPLONA.- La lucha del "sindicalismo de contrapoder" contra la precariedad laboral y social es la prioridad de LAB en este Primero de Mayo, Día del Trabajo, ha afirmado en Pamplona la secretaria general del sindicato abertzale, Garbiñe Aranburu.

Antes del inicio de una manifestación de LAB desde la Plaza del Castillo de Pamplona, Aranburu ha señalado a los medios de comunicación que el reto principal del sindicalismo es ofrecer una respuesta integral a los problemas de toda índole que genera la precarización.

Bajo el lema "Lan, bizi, herri duina/Trabajo, vida y pueblo digno", LAB ha celebrado en Pamplona un Primero de Mayo en el que varias columnas de trabajadores y colectivos sociales han partido de diferentes puntos de la ciudad para confluir en la Plaza del Castillo.

Así, desde la antigua Matesa, en el barrio de la Rotxapea, ha partido una columna de trabajadores con conflictos laborales y en la avenida de Villava se les han sumado representantes de colectivos feministas y, a la altura de Alemanes, los jóvenes.

Desde Navarrería ha salido una columna de trabajadores migrantes, a los que, en la calle Estafeta, se han unido los pensionistas, para confluir todos en la Plaza del Castillo, de donde ha salido la manifestación.

La secretaria general de LAB ha asegurado que este Primero de Mayo es "un día para reforzar la lucha de la clase trabajadora" y, para ello, "el sindicalismo de contrapoder, el sindicalismo abertzale tiene que tener una oferta y una estrategia sindical integral para la transformación y para el proceso de cambio político que necesita este país".

"En este país somos mayoría quienes nos estamos movilizando a favor de otro modelo económico y social, en los centros de trabajo estamos siendo capaces de generar mayor conflictividad, pero también las mujeres, los pensionistas, los jóvenes, los inmigrantes, se están movilizando", ha declarado.

En ese contexto, ha dicho, "el sindicalismo de contrapoder tiene dos retos principales, por un lado seguir activando luchas en los centros de trabajo, con huelgas también en muchos casos, pero por otro lado tiene que ser capaz de ofrecer la posibilidad de dar una respuesta más general a todo el proceso de precarización que estamos padeciendo".

Para la dirigente de LAB, la pregunta que hay que hacerse es por qué no convocar los sindicatos "un día de movilización general o un día de huelga" a favor de un salario mínimo de 1.200 euros o a favor "de cualquier otra reivindicación común que podamos tener".

"Pensamos que ése es el reto principal que tiene el sindicalismo", porque "estamos convencidas de que plantear movilizaciones en clave más general reforzaría y ayudaría a la lucha que estamos llevando a cabo en los centros de trabajo y también ayudaría a todas esas luchas sectoriales que están en marcha", ha aseverado.

Aranburu ha indicado que este Día del Trabajo está marcado también por el contexto electoral, en el que la reivindicación principal es que, ante la precariedad, "nos toca trabajar y luchar en la calle y los centros de trabajo y nos parece importante también que esa lucha se traslade a las urnas, porque, en un momento de involución, pensamos que es momento de reforzar la izquierda soberanista".