pamplona - El modelo inclusivo-participativo de empresa que propugnan la Fundación Arizmendiarrieta y la Asociación de Amigos de Arizmendiarrieta acapara un cada vez mayor interés de los dirigentes europeos, que ven en esta forma de entender la realidad empresarial desde la conciliación entre la competitividad y el desarrollo humano de las personas trabajadoras un patrón a implantar en el proyecto de construcción europea.

Una muestra de esta creciente atención se encuentra en la conferencia que el 25 de marzo del próximo año se celebrará en el Consejo Económico y Social europeo CESE, donde Juan Manuel Sinde, presidente de la Fundación Arizmendiarrieta, expondrá el modelo inclusivo-participativo de empresa ante responsables europeos de diferentes sensibilidades y partidos políticos.

Su intervención se enmarca en la jornada Hacia un nuevo modelo europeo de empresa en el siglo XXI, en la que también participará el anterior presidente del Consejo de Europa, Herman Van Rompuy, quien, al igual que la secretaria de la Confederación Europea de Sindicatos, Isabell Schoman, han mostrado su disposición a conocer con detalle este sistema para aplicarlo al conjunto de la UE.

Sinde explica que la conferencia ha sido organizada por el CESE y por la Fundación Arizmendiarrieta. La aprobación de sendas resoluciones sobre este modelo por parte de los parlamentos navarro y vasco por unanimidad despertó la atención de miembros del organismo europeo, que contactaron con la fundación para organizar una sesión explicativa. “En Europa existe preocupación por el clima de malestar social derivado de las mayores desigualdades sociales y el aumento de los populismos contrarios al proyecto europeo que utilizan también las reivindicaciones sociales para su desarrollo”, afirma Sinde para explicar el creciente interés de la Unión Europea por este modelo empresarial que plantea soluciones a ciertos conflictos actuales.

calidad, innovación y valor En su intervención, Sinde lanzará el mensaje de que “en un marco competitivo, procesos económicos globalizados y el vertiginoso desarrollo científico técnico, las empresas europeas no pueden competir con una estrategia basada en la diferenciación por costes, sino que va a ser imprescindible elegir una estrategia que apueste por la calidad, la innovación y las propuestas de valor”.

Todo ello poniendo el acento en que la estrategia ha de estar basada en las personas, según explica Sinde, quien considera que esta transformación implica una nueva cultura empresarial que persiga una mayor implicación de las personas trabajadoras en la organización, tanto en su gestión como en su capital con el fin de lograr una implicación total. Ya en abril la anterior comisaria europea de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, Marianne Thyssen, se inspiró en este modelo para su plan de acción para financiar actividades de desarrollo sostenible.- Maialen Mariscal