El lustro de crecimiento anterior al coronavirus no permitió a Navarra recuperar el terreno perdido en la anterior crisis. La Comunidad Foral sigue muy lejos de las regiones más prósperas de Europa en término de renta per capita, según los datos de Eurostat, publicados este miércoles.

Navarra ocupa la 63ª posición en este indicador entre 245 regiones y mejora seis posiciones respecto a 2018. La subida tiene sin embargo un truco: la salida del Reino Unido de las estadísticas europeas ha eliminado más de 40 regiones, entre ellas algunas de las más ricas, como el área metropolitana de Londres.

La posición que ocupa Navarra se encuentra en cualquier caso muy lejos de la que disfrutaba antes de la crisis de 2008, cuando llegó a ser la región número 32 del continente. Más de 30 regiones europeas, buena parte de ellas en el corazón del continente, han superado a la Comunidad Foral, cuya renta supera en estos momentos en un 11% la media europea.

La tercera comunidad

En mayor medida en otras regiones de España pero también en Navarra, la evaporación de todo un sector económico, como fue el constructor, impactó de lleno en la riqueza total del país y de las regiones. Y por lo tanto, en aquello que le toca a cada habitante. En el caso de 2018 y en Navarra, la riqueza total de la comunidad dividida entre sus habitantes, corregida según el poder de compra, se situaba en 34.700 euros, 1.000 euros más que el año anterior.

La destrucción de riqueza iniciada en 2008 y que no concluyó hasta 2013, hizo que Navarra perdiera 37 puestos, una caída incluso algo superior a la registrada por la Comunidad Autónoma Vasca y Madrid, los dos territorios que la superan en este ranking. Desciende también Catalunya, territorio que completa la nómina de regiones españolas que superan la media de riqueza de la Unión Europea de los 28, que se situó en 31.200 euros euros.

El mapa sitúa muestra la distribución de la riqueza en una Unión Europea y recoge también alguno de los cambios más relevantes en los últimos años. La República Checa, impulsada por la fortísima inversión de multinacionales alemanas, se ha convertido en uno de los países donde crece con mayor velocidad el PIB por persona y ha superado a España.

Y el arco imaginario que arranca en Irlanda y que, tras recorrer el corazón de Europa, termina en el norte de Italia muestra dónde se sitúa todavía el poderío económico del continente. Las regiones en azul rodeadas de tonos ocres se corresponden en general con las capitales, que concentran la sede de las grandes compañías.