La fiebre renovable ha puesto a tiritar al agro navarro. Los nuevos macroparques eólicos y, sobre todo, solares, prevén ocupar vastas extensiones de terreno potencialmente cultivable. Un centenar de proyectos, a los que se pueden seguir sumando otras iniciativas, que, según amenazan con elevar el precio de la tierra cultivable y, según han denunciado distintas organizaciones, golpear al sector agrario de la Comunidad Foral, sobre todo en la comarca de Pamplona.

“Hemos pedido al Parlamento de Navarra que legisle para que no se instalen grandes parques fotovoltaicos en tierra fértil”, ha explicado Félix Bariáin, presidente de UAGN, que compareció en el Parlamento de Navarra junto a representes de EHNE y la asociación La asociación Salvemos el Perdón 4.0.

Las faltas de esta conocida sierra figuran entre las más fértiles de Navarra. Y, al mismo tiempo, se han convertido en objeto de deseo para las grandes empresas que están promoviendo instalaciones de gran tamaño llamadas a generar la electricidad limpia del futuro.

Una avalancha de proyectos que, según explica David Eslava, de la plataforma Salvemos El Perdón, exige una moratoria para “planificar, ordenar, reglamentar y pensar” el mejor camino hacia la transición energética, una idea que ha contado con el respaldo de los dos sindicatos.

Defender lo rural

Las instituciones, dice, deben defender “lo rural y lo ambiental frente a empresas que buscan sus intereses” y también frente a otros objetivos del Ejecutivo como es el desarrollo económico. Eslava abogó por proteger la tierra fértil, “un recurso limitado y estratégico” puesto que las energéticas han puesto el punto de mira en “una de las mejores zonas de Navarra y, por ende, de España” en lo que se refiere a producción de cereal de secano.

En esta misma línea, el presidente de UAGN, Félix Bariáin, ha defendido que “todos los parques fotovoltaicos deben estar construidos en suelos de baja productividad agrícola” con la salvedad de pequeños proyectos de autoconsumo, que podrían estudiarse siempre que no superen las 10 hectáreas.“Los macroparques fotovoltaicos en suelos productivos no son sostenibles, fomentan el despoblamiento e impiden la incorporación de jóvenes agricultores”, subrayó.

Bariáin ha recordado que Navarra ya dispone de un mapa de suelo elaborado por Intia, que los clasifica precisamente en función de su productividad, que lo que ahora debe hacer el Parlamento de Navarra es legislar antes de que sea demasiado tarde.

Privatizar el suelo

Xabier Orozko, de EHNE, ha denunciado que para para algunos de estos proyectos se está utilizando suelo comunal, que “no sirven para que un Ayuntamiento se enriquezca” sino para que “los vecinos puedan desarrollar su actividad y subsistir en el pueblo”. En este sentido, ha señalado que la ocupación del suelo con parques fotovoltaicos que no están controlados por el pueblo ni van a repartir sus riqueza entres los vecinos “solo va a empobrecer nuestro entorno rural” y ha alertado del peligro de que se produzca una “privatización del suelo en Navarra”.

Asimismo, ha asegurado que estos proyectos están dificultando la instalación de jóvenes agricultores por la falta de suelo y criticó que no buscan el autoconsumo de estas poblaciones, sino que producen “con afán exportador”. En el caso concreto de la sierra de El Perdón, explicó Eslava, hay proyectados tres parques fotovoltaicos que rodean el término municipal de Adiós, ocupando “prácticamente la mitad de las tierras de cultivo y todo el cereal”.

“En 3 kilómetros la redonda tenemos 40 turbinas eólicas y pretenden instalarnos 150 megavatios fotovoltaicos con 300 hectáreas de tierra fértil perdidas”, una extensión que, ha denunciado, equivale a 400 campos de fútbol.

A esto, ha señalado, se le suma otro parque eólico “de grandes dimensiones” en al zona de Obanos y cinco parques fotovoltaicos en al zona de Mendigorría, Tirapu y Añorbe con sus respectivas líneas de evacuación de alta tensión, torres y estaciones de transformación.