“La diferencia entre Europa y EEUU es que el primero es una unión y el segundo un país. Cuando Estados Unidos tiene algo claro, actúa con determinación como ha ocurrido con su protección sobre el sector eólico”, explicó Adolfo Rebollo, CEO de Ingeteam, durante su intervención en el 3º Congreso Internacional de la Industria para la Transición Energética-CITE23.

(I-d) Juan Diego Díaz (AEE), Víctor M. Equisoain (CEO-International Division en Nordex/Acciona Windpower) y Adolfo Rebollo (CEO de Ingeteam).

Víctor M. Equisoain, CEO de International Division en Nordex/Acciona Windpower, añadió que “el Congreso de EEUU ya ha aprobado las medidas como ley con diez años de vigencia. Con ese tiempo, se puede trabajar con seguridad”. Equisoain subrayó que con esta forma de actuar EEUU puede instalar entre 8 y 10 gigas de eólica en un plazo de 15 meses para convertirse en un país relevante en este campo, solo superado por China. “En cambio, en el caso europeo, cada estado miembro debe transformar el Plan de Acción Europeo sobre Energía Eólica, presentado el martes, en norma para ser aplicado”, detalló. Eso aletarga las actuaciones y da cabida a que cada país de la UE haga variaciones.

El presidente de la Asociación Empresarial Eólica, Juan Diego Díaz, moderó a Rebollo y Equisoain en la mesa ¿Es posible la transición sin una cadena de suministro rentable? Díaz se congratuló del cambio de tendencia de Europa para apoyar la industria eólica, y anunció que este viernes el sector va a reunirse con los Ministerios correspondientes para trasladar qué materias faltan por tratar en este plan.

La UE busca proteger a su sector de las distorsiones comerciales, potenciar la formación ya que esta actividad carece de perfiles profesionales para los proyectos, facilitar la financiación o cambiar el sistema de subastas hacia un modelo basado en criterios como seguridad, sostenibilidad y resiliencia del dato, etc, y no en los precios. El documento contempla 15 medidas, “la doce hace referencia a la protección del mercado, pero no hace referencia cómo”; detalló Equisoain. Confesó que esos aspectos del plan le dejan frío. De la misma forma opinó Rebollo.

Ambos analizaron los motivos que han llevado al sector eólico a estar en una situación complicada. “Hasta ahora nos hemos dejado seducir por el precio, y debemos centrarnos en nuestro valor como industria”, dijo Equisoain. El gran peligro es China, y para ello Rebollo puso un ejemplo. “Nueve de los doce mejores suministradores de inversores fotovoltaicos –el cerebro de la bestia– son chinos. Eso está llegando al sector eólico, y debemos actuar”. En esta línea, Equisoain insistió en que una vez conocido el plan, las empresas deben “trabajar en el detalle porque son las expertas en el sector”.

En otra mesa, Ricardo Cortés (UNEF), moderó los Retos en el desarrollo de las renovables en 2023, con la participación de Rafael Mateo, CEO de Acciona Energía; José Castellanos, CEO de Enerfin, y David Sola, gerente de Ríos Renovables. Rafael Mateo señaló que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) debe aplicarse de manera ordenada, y pautar cuánto hay que hacer de cada tecnología, cuándo y dónde para que la industria se adapte; y abogó por “la electrificación e incentivar los consumos eléctricos”. Defendió la necesidad de más eólica y evitar “la sobreoferta solar”. Castellanos advirtió de que el sector sufre “escasez en materiales de equipos que pueden hacer incumplir algunos hitos en el corto plazo”, pero se mostró convencido de que eso no ocurrirá en el largo plazo. Por último, David Sola planteó dotar de más medios a la Administración para afrontar el reto de instalación fotovoltaica para 2030. “Instalar siete gigas anuales supone un incremento del 50% y mover 6.000 millones”, dijo. Además, los diferentes ponentes también mencionaron el hidrógeno verde. “Este combustible limpio producido en España genera demanda renovable. Estamos en un momento incipiente en su desarrollo tecnológico”, concluyó Mateo.