Un total de 155 granjas de bovino en Navarra están afectadas por la fiebre hemorrágica epizoótica, nueva enfermedad provocada por la picadura de un mosquito en las vacas. Representan el 10% de las explotaciones de vacuno de la Comunidad. Hasta el momento 30 animales han fallecido por este motivo y se han detectado 474 casos con sintomatología –el 0,5% de las 91.720 reses censadas en la Comunidad–.

El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José Mari Aierdi, ha respondido así este jueves a una pregunta formulada por el PSN en el pleno del Parlamento. Además ha anunciado que su departamento ha puesto en marcha un plan de monitorización “para conocer la afección real que esta enfermedad (EHE) ha podido tener en el ganado y sus consecuencias; para cuantificar los perjuicios económicos que ha ocasionado en las granjas; para conocer la posible prevalencia en las vacas y para estar preparados ante una eventual ola en otoño del próximo año”. Los técnicos de INTIA van a desarrollar este control.

Un virus

Aierdi ha insistido en que “el departamento ha ordenado analizar mediante técnicas de serología las muestras de sangre de campaña que llegan a laboratorio”. Cada mes tendrán datos de unas 50 explotaciones para valorar la prevalencia de esta enfermad vírica infecciosa no contagiosa transmitida por vectores (por la picadura de mosquitos del género Culicoides) y qué inmunidad existe para 2024.

La UE no había registrado casos de este mosquito en animales hasta el año pasado. El Ministerio de Agricultura informó de que históricamente la EHE ha circulado en América del Norte, Australia, Asia y África, pero nunca en la UE.

El 10 de noviembre de 2022, Italia comunicó la detección del virus en explotaciones de bovino en la isla de Cerdeña, después en Sicilia, y ocho días más tarde aparecieron casos en el sur de España –el 21 de noviembre del año pasado en Andalucía–.

Las altas temperaturas favorecen la reproducción de este mosquito. Por ello, “en estas fechas el departamento ya ha apreciado que el número de casos en nuestro territorio está remitiendo con la llegada del frío”, ha manifestado.

Estudiar las posibles consecuencias

Aierdi ha relatado que INTIA analizará un grupo de explotaciones afectadas por esta fiebre, escogidas de manera aleatoria en diferentes zonas de la Comunidad Foral, para valorar si el virus genera problemas a largo plazo, “especialmente en el ámbito reproductivo, como adelanto de partos, abortos o pérdida de fertilidad; y productivos, como la bajada en el rendimiento cárnico o descenso en la producción de leche”.

No obstante, Aierdi ha subrayado que “en ningún caso esta enfermad tiene afección alguna sobre el consumo cárnico o de leche”.

Nuevas medidas

Aierdi ha defendido este plan de control para poner en marcha “medidas eficaces tanto económicas para compensar al sector ganadero, como preventivas ante futuras olas”. El consejero de Desarrollo Rural ha anunciado que con los resultados obtenidos en este plan, el Gobierno dotará en los próximos presupuestos la partida para esta cuestión, a la que podrán acogerse también las explotaciones perjudicadas en 2023.