La dirección de Volkswagen dice que los recortes no afectarán a Navarra
El grupo admite que las ventas están muy lejos de lo esperado en todo el mundo, que China ha dejado de ser una fuente de ingresos estable y que no es capaz todavía de fabricar eléctricos a precios competitivos
Mensaje de tranquilidad, al menos momentánea, para la plantilla de Volkswagen Navarra. La dirección de la planta de Landaben, reunida con el comité a petición de este órgano, ha admitido este viernes los graves problemas que atraviesa la multinacional alemana, pero ha afirmado al mismo tiempo que la fábrica navarra "no está en el foco" del ahorro que se quiere aplicar. "No somos parte del problema -han venido a decir- sino parte de la solución".
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Con estas palabras, los directivos de la planta navarra se referían al hecho de que los costes de Landaben "son competitivos", con unos niveles destacados de calidad y productividad en comparación con otras plantas. Pero también a la innegable realidad del grupo y, en especial, de la marca: la multinacional preveía fabricar en total 13 millones de coches este año y se va a quedar en el entorno de los 10 y China, que aportaba la rentabilidad que la marca no logra en otros mercados, está dejando de confiar en Volkswagen, con un crecimiento exponencial de las ventas de las propias marcas chinas.
Estos nuevos competidores son especialmente voraces en el mercado del coche eléctrico. "Las marcas chinas han pasado del 1%al 10% del mercado eléctrico", han justificado los directivos, que señalado asimismo que la estrategia comercial del grupo supone que los modelos icónicos del grupo (el Polo, el Golf y el Passat) no se han electrificado y se ha apostado en su lugar por los ID, que se están quedando además muy lejos de las cifras de ventas previstas. Han generado algunos problemas y son mas caros que sus competidores principales. "Los costes fijos del grupo son altos", han explicado.
El grupo, en todo caso, asegura que mantiene su apuesta por el coche eléctrico, tanto por su rentabilidad futura como por la reducción de emisiones que supone y, sobre todo, la prohibición de los motores de combustión a partir de 2035.
En la posibilidad de compaginar estas dos tecnologías tiene además Volkswagen una de sus mejores bazas en los próximos años. A partir de 2026 está previsto que el grupo ensamble coches eléctricos de unos 25.000 euros, mientras que seguiría con la fabricación del T-Cross de combustión. Trasladado el Polo definitivamente a Sudáfrica, sigue en el aire el futuro del Taigo, cuya vida se está intentando prorrogar y que podría tener su huevo si el despegue del coche eléctrico se vuelve a retrasar. El margen no es en cualquier caso absoluto, sino que se encuentra limitado por los contratos con los proveedores.
“El director de Recursos Humanos nos ha informado de lo que ya estamos viendo todos, que hay una situación muy difícil en las plantas de Alemania, situación difícil porque la estrategia del eléctrico no está saliendo como se preveía desde un principio”, explicaba Alfredo Morales, presidente del comité de empresa, quien señalaba que este descenso en las ventas “ha generado un problema económico y financiero que dificulta transformación hacia el eléctrico”, una tecnología que sigue siendo la gran apuesta de Volkswagen.
El presidente del comité de empresa explicó que, según ha trasladado la dirección, “ahora mismo evidentemente el problema está focalizado en las plantas de Alemania y en relación sobre si esto puede tener un efecto contagio hacia otras plantas, especialmente a la nuestra, la respuesta ha sido que no”. “Es decir, el director de Recursos Humanos ha dicho que el enfoque no está en Volkswagen Navarra desde el punto de vista negativo, sí desde el punto de vista positivo, porque lo que ha transmitido es que somos en este caso el espejo en el cual se están mirando para solucionar muchos de los problemas que actualmente tiene la compañía en Alemania”, aseguró.
Del mismo modo, Carlos Zalduendo, de CCOO, destacaba como positivo, el hecho de que VW confirme su estrategia eléctrica para el segmento de coches que fabricará VW Navarra. “No hay ningún cambio y las inversiones están ejecutándose en Navarra. Este contexto no nos pilla en una mala situación”.
Otras voces del comité, como ELA, reclamaban que se vaya aclarando la situación de los coches de combustión, en relación sobre todo a su futuro. LAB, por su parte, aseguraba que les preocuparía que las inversiones para el coche eléctrico se retrasaran más allá de 2026 y desde CGT se aportaba el tono más crítico, al culpar al consejo directivo del grupo de las decisiones que han conducido a la empresa a la actual situación. “A corto plazo quizá no haya problemas, pero a medio plazo sí”.
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