Antolin, empresa de la automoción que durante más de dos décadas ha suministrado piezas a Volkswagen Navarra, va a cerrar a principios de 2025 su planta del polígono Arazuri-Orkoien.

El grupo, con sede en Castilla y León, ha tomado esta decisión después de que hace un año se conociera que VW no le adjudicara los paneles, techos y elevalunas para el eléctrico. Durante estos meses ha intentado lograr nuevos proyectos para la factoría, pero no han prosperado. 

La dirección presentó el expediente de regulación de empleo para despedir a toda la plantilla hace un mes, el 10 de septiembre fue comunicado a la autoridad laboral. En estas cuatro semanas de periodo de consultas, la empresa y el comité, compuesto por cuatro delegados de ELA, tres de UGT y dos de USO, han mantenido cinco reuniones para llegar a un acuerdo.

Finalmente este miércoles Antolin y la mayoría de la parte social (UGT y USO) han rubricado un pacto para llevar a cabo las extinciones de contrato. El sindicato mayoritario ELA no ha respaldado dicho documento.

El 60% de la plantilla son mujeres

El ERE se ha justificado por causas económicas, organizativas y productivas y supondrá el despido de 108 trabajadores, de los que el 60% son mujeres aproximadamente.

La plantilla recibirá una indemnización de 45 días por año con el tope de 42 mensualidades. "Desde que se conoció la pérdida de carga de trabajo, Antolin Navarra ha mantenido una continua comunicación con el comité y ha apostado por el diálogo, la transparencia y el espíritu conciliador que deben marcar los procesos de negociación", han comentado fuentes de la empresa. "Este diálogo ha sido la base del acuerdo al que se ha llegado en septiembre para aplicar al cierre de la planta".

"Una oferta competitiva"

Antolin arrastraba dificultades para proseguir su actividad desde que se quedó fuera del vehículo eléctrico. La empresa fue informada de la adjudicación del actual negocio de montaje de elevalunas a otro proveedor, a pesar de que "la compañía pujó con una oferta competitiva y de calidad para que el proyecto permaneciera en la fábrica asegurando el negocio y la carga de trabajo, pero finalmente no fue posible renovar el contrato", apuntan desde la empresa. "En todo momento Antolin ha querido lograr la máxima carga de trabajo y dotar de certidumbre y viabilidad a su actividad", ha señalado.

Además Antolin se ha quedado sin la fabricación de las elevalunas para los vehículos de combustión para VW, la puntilla que ha acelerado unos meses el cierre de la factoría. "Tras la pérdida del negocio y ante la falta de carga de trabajo, la compañía ha concluido que no tiene viabilidad, por lo que ha abordado el cierre progresivo de las instalaciones". 

Antolin todavía tiene pedidos pendientes que atender, por lo que seguirá en activo hasta el 20 de diciembre y echará el cierre definitivo a principios de 2025.

Reacción de la plantilla ante esta final

En junio del año pasado, Antolin informó al comité y a la plantilla de que quedaban fuera del proyecto del eléctrico del Grupo VW. Esto cayó como un jarro de agua fría para trabajadores y trabajadoras. En ese momento ante la fecha de caducidad de la empresa, el comité quiso atar en el pacto de empresa condiciones laborales dignas para la plantilla, además de las futuras indemnizaciones por despidos.

En marzo se alcanzó dicho acuerdo que fue refrendado por la plantilla y rubricado por unanimidad del comité. El texto, que abarcaba los años 2022, 2023 y 2024, contemplaba subidas salariales según el IPC más un 2%, abonar los despidos con indemnizaciones improcedentes y recompensar las jornadas consumidas de ERTE.

Así las condiciones pactadas en el primer trimestre del año se han tenido en cuenta en el marco de la negociación del ERE.

La subrogración de la plantilla

Por su parte, este jueves ELA ha difundido un comunicado en el que ha explicado el motivo de por qué no ha rubricado el expediente.

Ha considerado que "no se han acreditado las causas" para cerrar. Ha destacado que "la actividad principal de esta empresa es la fabricación de elevalunas, paneles y techos, componentes que, en ningún caso, dejarán de fabricarse por la electritificación en el sector" por lo que el argumento de Antolin de que pierde a su principal cliente, VW Navarra, no le sirve.

Asi, ELA ha criticado que "durante el periodo de consultas no se han acreditado las causas para proceder al cierre ". "Tampoco se ha aclarado, ni por parte del grupo, ni por el propio Gobierno de Navarra, qué empresa va a realizar el trabajo que deja Antolin, y si va a realizarse en territorio foral", ha señalado.

El sindicato ha opinado que el departamento de Industria "no puede inhibirse de un procedimiento cuyo resultado es la destrucción de 108 puestos de trabajo, teniendo en cuenta, además, las ayudas públicas que otorga a la multinacional alemana".

ELA ha asegurado que "esta destrucción de empleo podría evitarse" en el convenio colectivo del metal "si contemplara la subrogación de la plantilla", propuesta defendida por este sindicato.