La Comisión de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial ha aprobado este martes el dictamen en relación con la ley foral reguladora de la Agencia de Transición Energética de Navarra (ATENA).
Se trata de una entidad pública empresarial que, instituida al dictado de la ley foral 4/2022, surge con el propósito de contribuir a la consecución de un modelo sostenible basado en las fuentes renovables, la generación distribuida y el autoconsumo.
El proyecto de ley impulsado por el Ejecutivo foral pretende erigirse en una herramienta de lucha contra el cambio climático y sus consecuencias, también mediante la promoción y ejecución de actuaciones de eficiencia, gestión y ahorro, incluidos los estudios y análisis precisos para alcanzar los compromisos forales y estatales en materia de transición energética.
A tal objeto, con el ánimo de situar a Navarra como líder del conocimiento y la innovación en el sector de la energía, entre otros fomentando la iniciativa pública en todos los ámbitos institucionales, se subraya la intención de promover la soberanía energética de la población navarra. Con esa idea, se incentivará la producción y la generación distribuida, así como el autoconsumo de renovables (eólica, fotovoltaica, solar térmica, biomasa, geotermia y otras), procurando de este modo generalizar la energía km 0.
Entre las funciones atribuidas a la nueva Agencia de Transición Energética destaca la de proponer, diseñar y elaborar el Plan Energético de Navarra, así como las acciones necesarias para su plena ejecución. Deberá colaborar, además, en el diseño y seguimiento de los Planes de Infraestructuras Energéticas de Navarra.
ATENA se encargará también de promover y gestionar la implantación de sistemas de producción de energía renovable, autoconsumo y generación distribuida, sistemas de almacenamiento o gestión de energía, sistemas de recarga de vehículo eléctrico y proyectos de movilidad sostenible en Navarra, entre otras iniciativas análogas.
Para el cumplimiento de sus fines, realizará inversiones directas o apoyará mediante préstamos, avales u otros instrumentos las inversiones realizadas por entidades públicas.
En el caso de inversiones de entidades privadas, se priorizará el apoyo a proyectos impulsados por organismos sin ánimo de lucro, entre los que destacan los realizados por comunidades energéticas.
A instancias de UPN, se supedita el apoyo económico a las entidades privadas, "con o sin ánimo de lucro", a un "informe de viabilidad económico financiero a cargo de la empresa pública Sodena, especializada en actividades de riesgo". Idéntica garantía se estipula para los "sistemas de financiación innovadores" que sea capaz de establecer y gestionar ATENA. Una y otra enmienda de adición, ambas de UPN, han sido aprobadas con el respaldo añadido de PSN, EH Bildu, Geroa Bai, PPN y Contigo-Zurekin.
En otro orden de cosas, ATENA tiene previsto crear o participar en sociedades mercantiles con el ánimo de comercializar energía eléctrica en régimen de libre competencia, gestionar la venta de excedentes energéticos de instalaciones de autoconsumo, recoger y analizar los datos de consumo y participar en la gestión inteligente de la demanda, así como en otros servicios del sistema eléctrico.
UPN ha defendido que, como Administración pública, ATENA debería limitarse a "comercializar los excedentes de las instalaciones de autoconsumo propias o participadas por la Administración foral o entidades locales (en este caso formalizando la colaboración mediante convenio)". Sin más apoyo adicional que el del PPN, esta tercera enmienda de adición ha decaído con la oposición de PSN, EH Bildu, Geroa Bai, Contigo-Zurekin y Grupo Mixto (Vox).
Desde la Agencia se promoverá también, a iniciativa propia o en colaboración con otras empresas del sector privado, el desarrollo de proyectos pioneros o estratégicos para Navarra en el ámbito energético.
Asimismo, se encargará de proponer, adoptar y ejecutar actuaciones dirigidas a impulsar el ahorro y eficiencia energética y la gestión inteligente de la energía; impulsar el uso de las energías renovables para el autoconsumo y la generación distribuida mediante una gestión sostenible de los recursos locales y renovables; y fomentar el uso del transporte eléctrico y los vehículos de cero emisiones.
A este respecto, ATENA pondrá especial atención en la gestión energética en el sector público, proporcionando apoyo técnico a las unidades de contratación de las diferentes administraciones públicas navarras, elaborando programas de racionalización del uso de la energía y promocionando el aprovechamiento de recursos energéticos renovables en este ámbito.
La ley faculta a la Corporación Pública Empresarial de Navarra (CPEN) para ejercer sobre ATENA funciones de control, evaluación y tutela. A su vez, se determina que, en el plazo de un año, el Gobierno de Navarra deberá aprobar los Estatutos y el Plan de Actuación Inicial de ATENA.
El PPN ha planteado enmiendas para concretar aspectos relacionados con los órganos rectores y los instrumentos de "supervisión complementaria" de la Agencia. En ese afán, se dejaba la dirección de ATENA en manos de una Presidencia y un Consejo de Dirección al que, a falta de determinación reglamentaria, se privaba de "remuneración alguna". Y se encomendaba al Ejecutivo la realización de una auditoría externa "a los dos años de la constitución" de la Agencia, cuyo resultado debía ser presentado ante el Parlamento de Navarra para su verificación. PSN, EH Bildu, Geroa Bai, Contigo-Zurekin y Grupo Mixto han votado en contra de ambas previsiones.
Durante la sesión parlamentaria se han debatido siete enmiendas (cuatro de UPN y tres del PPN) de las que se han aprobado tres, dos de UPN y otra del PPN, en todos los casos con la oposición del Grupo Mixto y el respaldo del resto.
Una vez dictaminado, el proyecto de ley foral, será elevado a pleno, previsiblemente el día 3 de abril, para su definitivo debate y votación.