Las mujeres predominan en el sector público: dos de cada tres puestos de trabajo en la Administración tienen sus rostros. Así se desprende del informe confeccionado por el Gobierno de Navarra referente a la retribución de su personal.
El año pasado cerró el ejercicio con 21.177,82 empleadas –la cifra tiene decimales porque hay personas que no trabajan el año completo–. Este número ha crecido un 2,1% respecto a 2023, al incorporarse casi 450 mujeres. En cambio, los hombres suman 9.103,86, un 2,4% más, con la entrada de 217 el año pasado.
De acuerdo a la estadística, las mujeres tienen mayor predisposición a afrontar una oposición para acceder a un puesto de funcionaria en la Administración que los hombres. Alcanzan el 70% de la plantilla.
Un porcentaje que no se consigue en ninguno de los sectores económicos privados en Navarra: el más próximo, los servicios, donde las mujeres aglutinan el 61% de la ocupación. En el resto de actividades tienen menos peso, el 25,5% en la industria; el 19,5% en la agricultura; y un 7,4% en la construcción, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE, correspondientes al primer trimestre de este año.
Dónde tienen más peso
La mujer en la Administración es mayoritaria sobre los hombres en prácticamente todas las áreas: administración núcleo, personal sanitario, docentes y justicia. No así en dos sectores que se encuentran muy masculinizados, Policía Foral y bomberos. En ambos cuerpos, al porcentaje da la vuelta: solo un 12% de mujeres ejerce de agente de Policía Foral; y en el caso de los bomberos, un 1,3%.
En cambio, la presencia de mujeres ejerciendo la docencia es abrumadora al suponer el 71% del total: casi 7.300 de un total de 10.215 funcionarios de Educación.

En salud
Ocurre lo mismo en el departamento de Salud-Osasunbidea, donde el peso de la mujer es aplastante en relación al hombre –aunque eso no se traduzca en el salario–. El 81% del personal sanitario en Navarra es mujer, en números absolutos trabajan casi 8.300 profesionales, que son mayoría en todos los puestos –jefaturas asistenciales, personal facultativo, diplomada sanitaria, especialistas en formación, educadoras y cuidadoras, personal técnica sanitaria y personal auxiliar sanitaria–. Sin embargo, solo hay una profesión vinculada a este departamento en la que hay más hombres: los celadores. El año pasado había contabilizados 333 varones por 241 mujeres.
Las edades
Si consultamos la distribución de las funcionarias por sus edades, más de la mitad tienen entre 45 y 64 años –casi 12.000–; y lo mismo ocurre con los hombres, que se sitúan en esa franja –el 56% del total, casi 5.300 empleados–.
Además la tabla de las edades también muestra la evolución de los salarios entre los hombres y las mujeres: en la franja de menos edad, la comprendida entre los 16 y 24 años, ellas cobran más que ellos, 35.428 euros frente a 33.447 euros.
Entre los 25 y 34 años, y entre los 35 y 44 años, ambos sexos tienen salarios semejantes –más de 40.000 y más de 44.000, respectivamente, en los dos casos–. En cambio, ya a partir de los 45 años es cuando se produce un desequilibrio. Ellas empiezan a cobrar menos que ellos, un desfase que puede explicarse a los puestos de responsabilidad que a partir de esas edades empiezan a ocupar en la Administración.
Entre los 45 y 65 años, las mujeres cobran un salario medio anual de casi 46.000 euros; y los hombres de algo más de 49.000 euros. En cambio, si los funcionarios deciden seguir trabajando a partir de los 65 años –aunque a todos no se les deja–, la brecha es alarmante. En este caso, ellas reciben ingresos por 54.606 euros; y ellos, por 85.859 euros. Una brecha de 31.253 euros.